Los CIO invisibles

Tecnología y negocio forman una pareja cada vez más consolidada, estableciendo una estrecha relación que los expertos de la industria TI han evaluado insistentemente durante el pasado año.

El alineamiento entre ambos estadios se vislumbra hoy como algo esencial con el fin de impulsar y dirigir la innovación, proporcionando la experiencia y continuidad necesarias para mantener una infraestructura corporativa ágil y sólida.

En este sentido, la colaboración entre estas áreas solamente funcionará si los canales de comunicación se han definido correctamente, de manera que compartan un mismo objetivo de negocio.

Pero las investigaciones desvelan una realidad totalmente distinta. Un reciente estudio elaborado por Progress Software en el que han participado 500 compañías europeas muestra que casi la mitad de los CIO del Reino Unido pertenecen a los consejos directivos.

Aunque se trata de un buen dato, lo preocupante es que únicamente el 13 por ciento participa en la elaboración y ratificación de nuevas estrategias de negocio. Y esta falta de involucración del CIO en la toma final de decisiones es tan solo un ejemplo de la disparidad que existe entre tecnología y negocio.


Curiosamente, los CIO prevén que el presupuesto del que disponen crezca por debajo de la tasa de inflación de la Eurozona en los próximos años, mientras se espera que su trabajo sea más productivo que nunca.

Esta situación, agravada por el actual clima de incertidumbre económica, convierte en algo esencial que los CIO tengan pleno conocimiento y poder de decisión sobre las partidas a las que se dirige la inversión y acerca de los modelos TI que más pueden ayudar a las estrategias de negocio.

Retos a la vista
En caso de que la experiencia y el potencial de los CIO sigan ignorándose, los negocios se podrían enfrentar a serias repercusiones. Así, y siguiendo con el estudio, encontramos algunas diferencias significativas entre los distintos países de Europa y los diferentes segmentos de mercado.

En Francia, por ejemplo, el informe indica que más de dos tercios de los CIO pertenecen al consejo de Dirección, cifra que refleja su mayor confianza y apuesta por la tecnología.

Por sectores de actividad, las telecomunicaciones encabezan la clasificación, con un 64 por ciento de CIO en el consejo directivo, mientras el sector de fabricación industrial se sitúa en última posición, con un 42 por ciento.

Y quizá la mayor sorpresa proceda del segmento financiero, donde la tecnología está muy extendida pero menos del 50 por ciento de sus CIO se sientan en el Consejo.

Las organizaciones TI se encuentran por tanto ante un importante reto: mejorar su credibilidad y transformar la percepción actual hasta convertirse en un serio aliado del negocio.

La naturaleza reactiva de los departamentos TI debe así evolucionar hacia un estadio proactivo de partnership con el negocio, para poder conocer verdaderamente sus necesidades y gestionar las demandas de servicios tecnológicos.


Alcanzar este objetivo bastaría para demostrar el valor de las TI. Sin olvidar que los CIOs y departamentos de tecnología también necesitan mejorar sus habilidades de comunicación verbal y escrita, lo que ayudaría a definir su punto de vista en un entorno de decisiones empresariales.

Tiempos de innovación

Las organizaciones ya no pueden permitirse perder ninguna oportunidad de negocio, por lo que infravalorar la importancia de las TI en la estrategia corporativa tampoco puede tolerarse.

Cualquiera que tenga dudas acerca de esta relación tan solo tiene que plantearse cómo ha influido Internet en la operativa diaria de cualquier sector de actividad.

Siempre resulta peligroso pensar en las TI como mero soporte de sistemas para el negocio, sin vislumbrar las oportunidades estratégicas que pueden transformar el modelo de trabajo de una organización.

De esta forma, las esferas de negocio no deben obviar que el departamento tecnológico es capaz de garantizar que las TI se utilicen de manera inteligente con el fin de cosechar los beneficios de la innovación.

Parece que los CIO todavía tienen que esforzarse en demostrar el impacto estratégico de las TI, además de mejorar sus comunicaciones para hacer más palpable el valor transformador de la tecnología.

Por su parte, los responsables de negocio y consejos directivos de las empresas también deben actuar con rapidez. Si las TI no ocupan un lugar central en sus decisiones de negocio, se arriesgan a quedar a la zaga de otros competidores más innovadores.