Los hombres de verdad juegan de pie

La gente de DreamArcade podría comercializar robots gigantes con los que luchar contra el mal, pero no, que va, tenían que ir de listillos y hacer que me vuelva a pulir la VISA comprando una de sus muebles retro para hacer máquinas de videojuegos como las de verdad (arcade, que las llaman en la pérfida Albión), porque a ver quién es capaz de resistirse a comprarse una, meterle una televisión antigua de tubo de rayo catódicos y engancharle un ordenador viejo con el MAME para jugarse unas partidas al Galaga, al Phoenix o al Pac Man (por no hablar del Metal Slug) como dios manda y sin tener que gastarse un duro. Estos muebles funcionan con cualquier PC o consola, tienen joysticks como debe ser, de los que aguantan leñazos repetidas veces, y botones gigantes. Y encima vienen en diferentes formatos para acomodar diferentes tipos de juegos.

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