Los ingresos derivados del canon digital superarán a los de la venta de contenidos

Iranzo afirmó en una reciente entrevista que “este pago es un instrumento inapropiado” para defender los derechos de autor y que “puede servir de coartada moral, reduciendo radicalmente los escrúpulos de los internautas para descargar y difundir películas y canciones”.

El canon “ni identifica ni grava a los consumidores de esos productos, no tiene capacidad de control ni retribuye equitativamente a los artistas”.
“El canon digital es un grave retraso y un abuso” que propone sustituir y promover acuerdos internacionales. Así mismo denunció que un impuesto estatal esté gestionado por instituciones privadas como la SGAE.

Otra opinión, muy cualificada, que abunda en los argumentos que lleva manifestando la comunidad internauta y asociaciones profesionales. Por cierto, la última revisión del canon digital sigue sin aplicarse, a la espera de la formación del nuevo gobierno.

vINQulos
eleconomista