Medir el tiempo, cada vez más complejo

Como indican en un interesante artículo los redactores de CNET, hace poco menos que un siglo los tiempos de los descensos de esquí se medían con un reloj en el inicio de la prueba y otro al final que se sincronizaban antes de las pruebas olímpicas.

Ahora esa medición va mucho más allá, y Omega es el principal responsable de medir tiempos con una precisión realmente asombrosa y con cámaras capaces de sacar foto finish con 2.000 fotogramas por segundo. De hecho, ya no son importantes solo las máquinas: los jueces y encargados de las mediciones deben someterse a un complejo entrenamiento para poder hacer bien su trabajo.

vINQulos

CNET