Los mejores gadgets del CES 2013

La última edición del Consumer Electronics Show se ha caracterizado por la presencia de smartphones gigantescos, televisores curvados y muchos, muchos, coches. Pero eso no ha sido todo, ni por supuesto lo más extravagante de la feria.

Muy útil puede resultar asimismo el nuevo electrodoméstico de Dacor, Discovery IQ. Éste pasará a la posteridad por ser el primer horno en correr el sistema operativo Android. Gobernado por la versión 4.0 “Ice Cream Sandwich”, cuenta con chip a 1 Ghz, gráficos PowerVR SGX 540,  memoria RAM de 512 MB, almacenamiento interno de 16 GB, sonido estéreo, conexión Wi-Fi y una  pantalla de 7 pulgadas en la que se pueden buscar recetas online. Luego el aparato es capaz de ajustar la temperatura correcta y el tiempo de cocción necesario para cada manjar, y está preparado para apagarse por sí sólo una vez que termina la tarea programada. Sus responsables también han instalado una opción de control remoto, disponible siempre que se esté dentro del inmueble, para encender o apagar el horno con cualquier dispositivo móvil que opere con la plataforma del androide verde. Tanto smartphones como tabletas.

De las tabletas a las pantallas flexibles, virtuales o “llevables”

Hablando de tabletas, una que ha llamado especialmente la atención de usuarios, contricantes y analistas es la PaperTab de Plastic Logic, con procesador Intel “Sandy Bridge” y una pantalla de 10,7 pulgadas casi tan delgada y flexible como una hoja de papel. Entre otras cosas, se puede doblar para pasar de una a otra página en un documento, admite combinaciones a modo de gran mosaico y permite compartir archivos de un dispositivo a otro, enviar mensajes de correo electrónico y navegar a través de páginas web. Además, es capaz detectar la posición en la que se encuentra, de modo que si está sujeta entre las manos de su propietario mostrará la aplicación en uso en ese momento y si reposa tranquilamente sobre una superficie plana cambiará al menú de inicio con los iconos de los distintos programas en curso. Todo un avance que, si alcanza la producción a gran escala, podría revolucionar la industria de la movilidad. Y no es el único.

La compañía rusa Displair ha maravillado en la feria de Las Vegas con una pantalla táctil, virtual e interactiva que lleva su mismo nombre. Esto quiere decir que está preparada para proyectar en el aire cualquier imagen procedente de un equipo informático, a modo de holograma, y que el usuario puede manejar la cortina de vapor resultante con el simple toque de un dedo, sin ningún tipo de herramienta adicional. Es más, significa que se pueden realizar todo tipo de gestos aplicables sobre una tableta al uso, como clicar sobre ciertos puntos o hacer zoom para alejar y acercar detalles. Todo ello con un tiempo de respuesta casi imperceptible y a una distancia de un sólo centímetro. Mientras, la empresa estadounidense Innovega ha dado una vuelta de tuerca más al término de “wearable computing” (o computación para llevar) con HUD, un prototipo de lentes de contacto transparentes que entregan una visión de pantalla frontal, con 3D y alta definición incluidas. Entre sus usos se encuentra el de sustituir a las gafas tridimensionales en el cine y la industria de los videojuegos.

HAPIfork y Flower Power, dos pequeñas (grandes) rarezas

Los chicos de HAPIlabs intentan labrarse su propio nicho de mercado con HAPIfork. Este tenedor, a la venta en diversos colores a un precio de 100 dólares y del que también hay versión en cuchara para sopas y demás, sirve para medir hábitos de alimentación y advertir a los comensales cuando tragan demasiado rápido. Está equipado con una radio Bluetooth, un sensor capacitivo y un motor vibratorio, de tal modo que cada vez que el usuario se lleva el tenedor a la boca el sensor se activa. Con cierta información en su poder sobre el número de mordiscos y el tiempo que transcurre entre cada bocado, es capaz de distinguir si la velocidad a la que se mastica es la adecuada. En caso negativo, vibra para llamar la atención de la persona que lo está utilizando y obligarla a comer más despacio. Por supuesto, viene acompañado por una aplicación compatible con el ordenador a través de la web o con teléfonos iOS, Android y Windows Phone.

¿Y el Flower Power de Parrot, con tecnología Smart Bluetooth? También incorpora su propia app móvil para el sistema operativo de Apple y está pensado para el control, en su caso del crecimiento de las plantas. Y es que se trata de un jardinero inteligente conformado por varios sensores y una autonomía de seis meses que debe ser plantado en la tierra para examinar las condiciones ambientales y contrastarlas con una extensa base de datos de más de 6.000 vegetales. Después, envía los datos recopilados al iPhone del usuario, informando de si hay que regar la maceta, confirmando si la luz, la temperatura y la calidad de la tierra son las idóneas o alertando incluso de si hay algún riesgo de enfermedad. Esto permite adelantarse a las necesidades de la planta y evitar problemas de cuidado posteriores.

Tecnología para los niños… y no tan niños

En el CES también ha habido lugar para la tecnología dirigida a los más pequeños. Es el caso de Popchilla, un juguete robótico desarrollado por los ingenieros de Interbot que se complementa con un juego para iPad titulado “El mundo de Popchilla”. Este conjunto educativo intentará enseñar a niños con autismo toda una serie de tareas cotidianas como cepillarse los dientes o habilidades sociales como distinguir emociones, de una forma sencilla y divertida. O el de iPotty de CTA Digital, un colorido orinal de plástico con soporte para la tableta de Cupertino, que pretende ayudar a los padres en la ardua tarea de educar a sus hijos en el arte de ir al baño sin acompañantes. De este modo, los niños tendrán un incentivo para abandonar los pañales y un dispositivo con el que entretenerse mientras hacen sus necesidades.

Por último, en Globatrac han ideado el rastreador de maletas Trakdot dotado con tecnología de localización por GMS y diseñado para comunicarse con el smartphone de su dueño a través de mensajes de texto. Basta con colocarlo en el interior del equipaje para conocer sus coordenadas en todo momento y, así, evitar pérdidas definitivas si la mochila acaba en el destino equivocado. Y, para los amantes de la música, se ha ideado iMusic Body Rhythm. Definido como el primer dispositivo que convierte el ritmo musical en una experiencia física, consiste en una especie de chaleco que se sincroniza con el reproductor del usuario y transforma los acordes de las canciones que éste escucha en vibraciones alrededor de sus hombros, pecho y cuello. También permite editar temas propios y dirigir las sensaciones sonoras. Eso sí, este último gadget todavía no ha traspasado la barrera de concepto, y espera convertirse en proyecto viables a través de una campaña en la anteriormente mencionada Kickstarter. ¿Se hará realidad?