¿Sueña el mercado teleco con un regulador convergente?

Especial desde Oviedo.
La Ley General Audiovisual no gusta a la industria. “Es una ley pensada para el pasado, no para el futuro”, señala el presidente de Asimelec, Martín Pérez, durante la presentación del segundo ponente del día en la Jornada La televisión del futuro, que la patronal desarrolla en Oviedo. “Va a dar problemas”, reconoce antes de dar paso a Ángel García Castillejo, consejero de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones y que está en Oviedo, deja claro, para dar su visión como miembro de la industria, no como portavoz de la CMT.

“Poco hay que decir después de lo que ha dicho Martín”, bromea Castillejo, que ha desgranado el pasado, el presente y el que debería ser el futuro de la regulación del sector del contenido audiovisual en España. Castillejo ha señalado que éste “es un momento importante para hablar de este asunto (la ley general audiovisual), un momento crucial para poder reorientar esta ley, prácticamente en pañales, y en el que algunos de sus aspectos están todavía por desarrollar”.

Por lo de pronto, Castillejo ha acabado recomendando un regulador convengente. En el entorno español, “todos son reguladores convergentes”.  Todavía no hay un regulador, un consejo audiovisual, aunque la ley lo reclama, así que aún se está a tiempo de introducir cambios. La propuesta que recomendaba Castillejo es similar al modelo italiano, como explicó, con dos consejos especializados en un área concreta, compartiendo presindente y organización.

Una comisión convergente para España – al estilo de la italiana mencionada o de la británica o la estadounidense – no sería tan poco una completa novedad. Castillejo ha recordado como en los 80, cuando se liberalizó el sector de las telecomunicaciones y se creó el regulador se apuntaba al desdoblamiento posterior en telecomunicaciones y comunicaciones, algo que no llegó a suceder.

Conocer el pasado es clave para entender la Ley General Audiovisual actual y para comprender cómo se ha llegado al panorama actual del sector audiovisual. “En España, cuando nace TVE lo hace en un contexto de dictadura”,recordaba. “Lo repito porque tenemos todos la tendencia de buscar modelos comparados y, en esto, todos los países somos condicionados por el contexto histórico”. La televisión nació como propaganda. “Era trasladar el NODO a nuestras casas”, apuntó. La radio es anterior al inicio de la dictadura, pero no fue ajena a ella. “El modelo radiotelevisivo parte de unos comienzos distintos a las de las televisiones de nuestro entorno”, afirma y recuerda que hasta los 80 no hubo un marco regulador para el audiovisual y que hasta la Ley General en España se contaban un total de 17 normativas para regular el mercado.

La televisión actual nada tiene que ver con la televisión del pasado, lo que hace todavía más importante la regulación y su ámbito de actuación y cobertura. La cadena de valor de los contenidos es ahora “multiformato, multidispositivo”, como explica Castillejo, y los contenidos audiovisuales en si mismos tienen una influencia e importancia que va más allá de las cadenas televisivas. “Los contenidos audiovisuales justifican el desarrollo de infraestructuras de telecomunicaciones”, ha señalado recordando que la  la evolución a redes de nueva generación y las necesidades de mayores anchos de banda “sólo están justificadas para la prestación de servicios audiovisuales”. “Para hablar por teléfono no se necesita fibra óptica”, ha aseverado pragmático.