Microfocus aterriza en España con grandes expectativas

Microfocus acaba de desembarcar en España y ya ha anunciado su intención de duplicar su facturación en los próximos seis meses.

El fabricante de software ha realizado una inversión inicial en España de 3 millones de dólares (2,4 millones de euros) y ha fijado como objetivo para el próximo periodo entre 2009 y 2010 “llegar a las 10 millones de dólares (7,97 millones de euros) en la venta de licencias”, afirma la responsable de Microfocus en la Península Ibérica, Patricia Santoni, en un encuentro con los medios.

“Tenemos un plan agresivo de crecimiento y nuestra intención es entrar en el ránking de las diez mejores empresas de software”, declara el vicepresidente internacional de ventas y servicios, Jorge Dinarés. “Para ello, es necesario que alcancemos los 1.000 millones de dólares (797,6 millones de euros) de facturación a nivel global”.

En 2007 la empresa registró un crecimiento de sus ingresos del 33 por ciento y planea conseguir una facturación de 300 millones de dólares de facturación este año en todo el mundo, hacia donde van encaminados. En el Q2, la venta de licencias creció en un 14 por ciento.

La compañía inglesa ha obtenido buenos resultados de la internacionalización y su implantación en Estados Unidos, que les está reportando unos beneficios mayores que en Europa. Y ahora pretende continuar su éxito en España, un mercado en el que ven “una gran oportunidad”.

Crisis económica

La línea de negocio de Microfocus se ha orientado a la modernización, desarrollo y gestión de aplicaciones de software, por lo que la crisis financiera no les afecta en “en absoluto”.

De hecho, la compañía no considera la coyuntura económica “negativa en absoluto”, ya que la crisis puede impulsar negocios con las características específicas del suyo. Aunque en un primer momento su principal activo era el desarrollo del software, en los últimos años han ampliado su negocio hacia la gestión y la de modernización de estas herramientas.

De hecho, y según prevén, la gestión de aplicaciones se convertirá en una línea de crecimiento importante para las compañías, hasta el punto de “dar el espaldarazo”.

“Ahora es el momento propicio para que las empresas aprovechen el rendimiento de las aplicaciones que tienen en lugar de comprar otras” apostilla Dinarés. “En este contexto nuestras soluciones aportan gran valor”.