Movilidad: una historia personal de backup y recuperación de datos exitosa

Si no has hecho una copia de seguridad de los datos más importantes y pierdes el portátil, probablemente sea uno de los peores días de tu vida.

Nuestro analista de movilidad y conectividad inalámbrica para Knowledge Center, J.Gerry Purdy, nos explica porqué emplear un poco tiempo en hacer un buen backup, podría ser una de las mejores cosas que nunca hemos hecho.

Ya he escrito en el pasado acerca de la necesidad de realizar backups de manera regular. He comentado que, si bien tener un disco duro externo es fundamental para hacer la copia de seguridad de la mayoría de tus archivos, también recomiendo hacer backup de sus ficheros más críticos a través de algún servicio de copia de seguridad online. De esta manera si pierdes el ordenador y la unidad de backup (por ejemplo si los roban, o se destruyen en un incendio o cualquier otro incidente), aún serás capaz de recuperar lo realmente importante.

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Tengo un disco duro portátil externo de Toshiba con 320 Gbytes de capacidad que analicé el año pasado, y en el que hago copias con gran facilidad del portátil Dell de la empresa, de mi portátil personal marca Acer, y además del portátil de Alicia, mi mujer. En total tengo más de 100 Gbytes de datos entre mis equipos portátiles. Y hago copias de seguridad del portátil profesional y del personal de manera regular, generalmente una vez por semana o, a malas, cada dos semanas.

También he abierto una cuenta en http://backup.fabrik.com, para utilizar su servicio online de copia de seguridad. Además, he duplicado el proceso de backup para mi portátil personal, y no sólo para el equipo profesional. El primer backup completo de los datos de mi máquina con el servicio de Fabrik llevó mucho… pero que mucho tiempo (alrededor de 1 semana ejecutándose en segundo plano). Esto es algo habitual, pues todos los servicios de esta clase tardan muchísimo en realizar la primera copia. Pero una vez que este proceso esta realizado, apenas tarda un rato en volcar sólo los archivos que han cambiado, algo que he programado para que se haga automáticamente cada mañana a la 1 a.m.

En el pasado, incluso cuando escribía acerca de la necesidad de hacer backups, me sentía molesto y distraído al hacerlo porque pensaba que nada tan grave podría llegar a ocurrirme. Sin embargo, ni en cientos de años habría soñado que podría llegar a hacer lo más estúpido que he hecho en mi vida: perder mi portátil. Tuve que hacer una recuperación de cero.

Cuándo ocurrió lo impensable

Un martes de hace algunos meses, nos levantamos a las 6 de la mañana para conducir desde Atlanta hasta nuestra casa en Wellington (Florida). Había terminado de cargar el todoterreno e intentaba salir antes de las 7 de la mañana. De buenas a primeras Alicia me preguntó si había guardado una importante carpeta de documentos. “Sí”, le contesté, “la tengo” (estaba en la maleta de mi portátil). Me preguntó si podía dársela para ojearla durante el viaje. Corrí alrededor del coche, abrí la puerta trasera, abrí mi maletín del portátil y saqué mi portátil Acer, poniéndolo encima del coche sólo por un momento. Después encontré la carpeta de documentos, y se la entregué a través de los asientos (“gracias”, dijo ella). Corrí de nuevo a mi puerta, subí al coche y salimos de viaje.

Justo cuando acabábamos de cruzar la frontera de Florida, algo me puso en estado de shock –una de esas sensaciones que te dejan helado y te ponen el corazón a mil-: ¡Había olvidado recoger el portátil del techo del coche, y ponerlo de nuevo en su funda!

“Uh, oh” dije a Alicia. “Creo que acaba de ocurrir un desastre”.

Salí de la autopista, y miré encima del techo del coche pensando que, como en una extraña fantasía, iba a encontrar allí el portátil exactamente donde lo había dejado. Como era de esperar ya no estaba. En este punto intenté pensar que es lo que podía hacer. Llamamos a la persona que cuidaba nuestra mascota para que saliera de la casa y echase un vistazo por la calle, pero no encontró nada. ¡Demonios!