Neutralidad de la red: “No nos debe dar miedo la discriminación”

Las palabras de Antoni Elías, consejero de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT), pueden sonar a herejía para aquellos puristas de la neutralidad de la red. Elías ha dicho rotundamente que la discriminación no debe dar miedo, en el gran titular de su intervención durante el curso de verano La convergencia digital, organizado en La Granja, Segovia, por la UPM y Asimelec.

Elías vino a hablar de la visión de cómo un regulador debe actuar ante la neutralidad de la red. Un tema y un personaje demasiado golosos, por lo que lo primero que hizo – quizás teniendo en cuenta la polémica de la jornada de ayer- fue aclarar a quien correspondían las ideas que iba a enunciar. “Lo que voy a contar es mi opinión, no la visión de la CMT”, puntualizó. El regulador, sin embargo, se pronunciará en septiembre, con los resultados de una encuesta sobre el tema en la mano.

Según Elías, la neutralidad absoluta y total no es posible porque las propias infraestructuras no lo son. Sobre la red, explicaba, se montan distintos servicios y, aunque internet es muy importante, es un servicio más montado sobre esta red como el telefónico o el de televisión. En España, por ejemplo, señalaba, únicamente la red que lleva a los hogares la TDT es la única que no es convergente, ya que sólo lleva por ahora la señal de la televisión digital.

Las redes, apunta Elías, deben ser convergentes, flexibles, robustas, abiertas a los servicios. Ante los temores expresados por uno de los asistentes en una ponencia anterior y que bastante tiene que ver con las redes, aseguraba: “Es muy difícil cerrar internet, si está pensando para sobrevivir a un ataque nuclear”. Para matar a la red de redes en España, explica, habría que clausurar la red de Telefónica, la de los operadores móviles, “un satélite” y a las  cableras.

Ese es el panorama en el que se encuentran las redes y ese es el punto de partida de ese gran debate sobre la neutralidad de las mismas y de la red de redes, internet. “Las autoridades reguladoras debemos ser más brújulas que timón”, apuntaba sobre la posición de organismos como en el que es consejero.

Elías apuntó, como soluciones posibles para las compañías y para los problemas a los que se enfrentan las redes – que se verán congestionadas a medida que aumente el tráfico vía smartphone y el consumo de vídeo- por gestionar el acceso a servicios, siempre que se cuente con ofertas variadas ante las que el usuario pueda elegir la que más le convengan y convenza, y el tráfico. La gestión y optimización del tráfico implica discriminación reconoció. “No nos debe dar miedo la discriminación”, aseveró. Y como ya se había escuchado anteriormente en el foro aventuró el fin de las tarifas planas y el advenimiento de las onduladas o con límite de descargas.

La clave está en un mercado competitivo y en el que exista una buena y variada oferta.  “No cogemos todos la misma autopista para el puente de Semana Santa”, ejemplificó, al tiempo que aventuró lo que debería ser el regulador. “La función del regulador cuando ya hay una cierta competencia debe ser más de policía que de regulador”, apuntaló.