Nokia, Finlandia y un amago de culebrón por el control de datos

Nokia ha desmentido lo que podría haber sido el culebrón del invierno sobre quién y cómo puede controlar qué hacen los empleados mientras están en horario de trabajo.
La finlandesa quería controlar el tráfico de mails de sus empleados en horario de trabajo y, ante la negativa del Gobierno finés a permitírselo, amenazó, aparentemente y según adelantaba en exclusiva de fin de semana el Helsingin Samonat, con dejar el país norteño. La idea final era que el Gobierno diese marcha atrás y permitiese a la firma controlar los correos electrónicos de sus trabajadores.
“Nadie en Nokia ha contactado conmigo”, explica hoy el responsable de la ponencia parlamentaria sobre la ley sobre privacidad ante la que se posiciona la compañía al Helsingin Samonat.
El primer ministro del país, Matti Vanhanen, ha ido más allá y ya ha desmentido la rumorología: “No he oído nada como un ultimatum”, apunta a AFP. Para Vanhanen Nokia es una compañía más de todas con las que ha hablado sobre los beneficios y problemas que puede tener la ley para las empresas.
“El artículo es bastante polémico”, denuncia un portavoz de Nokia sobre el texto publicado el fin de semana. “Contiene varios errores y malentendidos”.
Cualquier noticia sobre Nokia adquiere en Finlandia una proporción de drama o alegría nacional. La firma emplea a 16.000 personas en un país de unos 5 millones de habitantes, lo que la convierte en una de las mayores empleadoras del estado, y es una de las principales compañías del país. De hecho, sus cifras de negocio han llegado a sobrepasar en algún momento a las cuentas del propio país.