Nos dirigimos hacia una sociedad digital centrada en las aplicaciones

Es una de las conclusiones a las que llega F5 en el estudio “El Futuro de las Aplicaciones”, presentado recientemente en Barcelona con motivo del congreso F5 Agility EMEA

La transformación digital que están viviendo las organizaciones también se está viendo reflejada en la sociedad. Cada vez hay más aplicaciones basadas en cloud, algo que generará cambios radicales en los consumidores.

Según el estudio “El Futuro de las Aplicaciones”, encargado por F5 y realizado en 25 países de la región EMEA (Europa, Oriente Medio y África), las aplicaciones cambiarán drásticamente nuestra forma de vivir y trabajar.

Será así debido a que “las fronteras entre el mundo físico y digital son cada vez más borrosas”, tal y como señala Josh McBain, director de Consultoría en The Foresight Factory, encargado de realizar dicho estudio. Existen diversas tendencias que están confluyendo para que así ocurra: inteligencia artificial, machine learning, internet de las cosas, biometría, realidad aumentada… así como tecnologías como blockchain y edge computing.

Lizzie Cohen-Laloum, vicepresidente senior de Ventas  de F5 Networks EMEA, durante el pasado congreso Agility celebrado en Barcelona
Lizzie Cohen-Laloum, vicepresidente senior de Ventas de F5 Networks EMEA, durante el pasado congreso Agility celebrado en Barcelona

Y es que la transformación digital es sinónimo de crear nuevas y disruptivas aplicaciones que den respuesta a las necesidades de los usuarios, pero además genere ciertas demandas impensables hasta hace poco. Lizzie Cohen-Laloum, vicepresidente senior de Ventas  de F5 Networks EMEA, indica que “cada vez hay más presión sobre las organizaciones y los desarrolladores. La demanda está cambiando a un ritmo fulminante y las preocupaciones por la seguridad están aumentando”.

En este sentido, la colaboración entre las organizaciones será vital para poder adaptarse rápidamente a los cambios, una colaboración que llegará a distintos niveles, desde la seguridad al desarrollo de aplicaciones y modelos de desarrollo en los espacios de IoT, IA y Machine Learning. Claros ejemplos de ello son los proyectos relacionados con los coches sin conductor o la ética de los robots. Aquí, los organismos públicos tendrán una función crítica para proponer nuevas reglas en áreas completamente desconocidas hasta hace poco.

Las aplicaciones aportarán servicios cada vez más personalizados gracias a la inteligencia artificial y el aprendizaje de las máquinas. Se adaptarán a cada usuario en función de su comportamiento y necesidades.

Otra tendencia muy a tener en cuenta es la descentralización de las redes debido a tecnologías como blockchain, ya que los usuarios finales desconfiarán cada vez más de las organizaciones tradicionales para moverse hacia las aplicaciones descentralizadas o “dApps”. Como ejemplo, el estudio indica que casi un tercio de los consumidores han utilizado o estarían interesados en utilizar un servicio financiero de préstamos P2P, algo que también pondría en peligro las instituciones financieras tal y como las conocemos a día de hoy.