Nuevas pruebas apuntan a que GoogleGlass no es un proyecto abandonado

El año pasado por estas fechas muchos empezaban a hacerse a la idea de que el lanzamiento de las GoogleGlass que algunos vaticinaban para la primavera de 2014 no iba finalmente a producirse, ni en verano ni en otoño… quizás nunca. No llegaban noticias que invitasen al entusiasmo sino que, más bien al contrario, el mutismo era total y las esperanzas parecían desvanecerse. Poco a poco fuimos sabiendo que efectivamente Google dejaba de lado el desarrollo de las GoogleGlass. Hasta ahora.

El rayo de esperanza proviene de una oferta de empleo publicada en la propia página web de Google en la que se busca un ingeniero especializado en manufactura de tecnología avanzada incluyendo las siglas FATP. Y es precisamente la inclusión de estas siglas las que ha hecho saltar las alarmas entre los analistas más avezados puesto que su significado en inglés es “final assembly, test and pack”, lo que en español significa “ensamblaje final, prueba y empaquetado”. Es decir, que estamos hablando de un producto terminado, a falta de montar las piezas que lo componen, de que se someta a las pruebas de funcionamiento previas a su salida de fábrica con destino a los vendedores previo empaquetado en las cajas en las que llegará a los consumidores.

Con esta descripción quedarían pocas dudas de que si bien aún no estén terminadas las GoogleGlass y listas para dar comienzo a su vida comercial al menos sí que en Google ya están organizando cómo será ese momento, o por lo menos necesitan un profesional capaz de organizar ese proceso final, el último paso entre la fábrica y el cliente. Entre las capacidades que se requiere del profesional que responda a la solicitud de empleo por parte de Google está la de ser capaz de favorecer la manufactura en masa de la producción así como el trabajo con contratistas de las empresas ensambladoras así como los suministradores a fin de priorizar y resolver los posibles problemas, organizando de manera adecuada el envío del producto final a los distribuidores mayoristas.

En enero Google detuvo la venta de sus gafas inteligentes a clientes “de a pie” aunque continúa sirviéndolas a clientes profesionales, bajo el argumento de que tras las quejas relativas al uso de GoogleGlass en público (por los posibles conflictos en torno a la privacidad) se hacía necesario replantear la estrategia comercial y de producto del dispositivo, en una dirección que puede que ya hayan encontrado.

Mientras se sucedieron los rumores de que tras el conocido prototipo, una especie de “diadema” bastante llamativo a pesar de la ligereza de su diseño, se habría llegado a un acuerdo con la marca Luxottica (propietaria de Ray-Ban y Oakley, además de trabajar para Armani, Chanel, Prada, Versace…) para integrar en monturas tradicionales las GoogleGlass, con lo que entre otras cosas el resultado sería más discreto y posiblemente no causara tanto recelo o conflicto en un uso cotidiano.

vINQulo

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