Nuevos ‘chips cognitivos’ de IBM, cada vez más cerca del cerebro humano

El Gigante Azul presenta el resultado de varios años de investigación para crear chips capaces de procesar información no estructurada y adaptarla a un entorno determinado. La misma tarea que realiza el cerebro.

IBM ha dado a conocer los resultados de otro proyecto de investigación, que en esta ocasión se han concretado en un chip inteligente, pero que pretende ir más allá de la inteligencia artificial, ya que busca la similitud con la inteligencia humana.

El nuevo ‘chip cognitivo’, construido con tecnología de fabricación de 45 nanómetros, difiere de los micros tradicionales en un aspecto fundamental: En base a su arquitectura es capaz de procesar información no estructurada y reaccionar dependiendo del entorno en el que se encuentre, al igual que ocurre con el cerebro humano.

El mapa de las redes neuronales del cerebro humano ha servido de inspiración para desarrollar este 'chip cognitivo' de IBM
El mapa de las redes neuronales del cerebro humano ha servido de inspiración para desarrollar este 'chip de computación cognitiva'

Para ello, los chips están diseñados con dos núcleos y 256 nodos neuronales cada uno de ellos. “El primer núcleo enlaza con 262.144 módulos de memoria del tipo sinapsis programable, mientras que el segundo núcleo contiene 65.536 sinapsis dedicadas al aprendizaje”, tal y como ha indicado Dharmendra Modha, investigador de IBM y líder del proyecto llevado a cabo junto a varias Universidades y la Fundación Darpa, que invertirá una nueva partida de 21 millones de dólares en la iniciativa.

Gracias a esa arquitectura basada en neuronas y sinapsis que las interconectan entre sí, el sistema es capaz de procesar la información, aprender de ella y tomar decisiones por sí mismo. Aunque todavía hay mucho por descubrir en este terreno, los responsables aseguran de que se trata de un gran paso para conseguir un sistema que sea capaz de mantener similitudes con el cerebro humano.

Ciertamente, Modha admite que “no estamos intentando construir un cerebro, sino inspirarnos en él”.