Las TIC, claves en la evolución de la Estrategia de Lisboa

La estrategia de Lisboa, revisada y reactivida en 2005 tras su fracaso inicial, presenta una imagen más prometedora que la de los últimos años, según el último ?Informe anual de la Comisión Europea sobre la evolución de la reforma económica en Europa?, que dice que la estrategia para el crecimiento y el empleo -con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) como pilar esencial-, ya está comenzando a dar sus primeros frutos, aunque todavía queda mucho por hacer.
En general, en la UE durante el año pasado se avanzó bastante en el desarrollo de la I+D y la innovación, mejorando el marco regulatorio y reforzando el entorno empresarial, aunque la débil competencia en numerosos mercados, especialmente en los servicios en red, sigue frenando a Europa.
La Comisión, entre otras medidas, recomienda un planteamiento más estratégico de la innovavión, a lo que contribuirá la creación del Instituto Europeo de Tecnología, operativo a partir de 2008, y señala la necesidad de reducir las cargas administrativas a las empresas en un 25%, a más tardar en 2012, para mejorar y liberar el potencial empresarial.
¿Qué puede hacer la industria de las TIC por Europa?
La Estrategia de Lisboa pone gran énfasis en medidas para incrementar el conocimiento y la innovación. Según ha comentado a Silicon News Steve Rogers, coordinador de la Task-Force de la Comisión Europea para la competitividad del sector y para la adopción de las TIC -un grupo de representantes de la industria de las nuevas tecnologías y de la sociedad civil- ?la industria europea continúa ofreciendo una contribución clave (a los objetivos de Lisboa) a través de su implicación, bajo el patrocinio de la Comisión, en la preparación de una agenda y plan de acción conjuntos con educadores y actores sociales para formentar los conocimientos y capacidades digitales (e-skills); a través de su posición de liderazgo en varias Plataformas Tecnológicas europeas e Iniciaticas Tecnológicas Conjuntas; y a través de su participación en clusters nacionales y transfronterizos?.

Por otro lado, los países que presentan mayores tasas de crecimiento económico (entre los que se encuentran nuestros socios escandinavos) son los que más invierten en investigación y en desarrollo tecnológico, y los que desarrollan productos y servicios TIC más novedosos, que son adoptados por otros sectores de la economía, especialmente el de servicios.
Según los datos más recientes sobre inversión en I+D en Europa, las mil mayores empresas europeas aumentaron su gasto en I+D un 5,3% en 2005, lo cual es un incremento considerable pero aún insuficiente para disminuir la mayor diferencia que nos separa de nuestros competidores: mientras las TIC representan más del 30% del total del presupuesto en investigación en la mayoría de los líderes de la OCDE, en la UE la cifra no llega al 20%.
En un reciente discurso ante representantes de la industria europea, Viviane Reding, comisaria europea de Sociedad de la Información y Medios de Comunicación, señaló la necesidad de incrementar la inversión privada en I+D en el área de las TIC para alcanzar los objetivos de Lisboa, avanzando en base a las tres mayores ventajas de la UE frente a sus competidores.
En primer lugar, su calidad de líder mundial tecnológico e industrial en areas esenciales como las comunicaciones móbiles o la banda ancha, además de los sistemas integrados, microsistemas, nanotecnología o tecnología multimedia, por ejemplo. En segundo lugar, su capacidad para integrar y transformar tecnologías complejas muy distintas en productos y servicios fiables (en la industria del automóvil o aeronáutica, en los sistemas sanitarios o en plantas de producción, etc).
El tercer activo europeo es la colaboración y la cooperación. La comisaria cree que la UE tiene potencial para ser un mercado único no sólo de bienes y servicios, sino también para el conocimiento científico y el know-how tecnológico, y urge a continuar y aumentar la colaboración entre la industria, los centros de investigación, los Estados miembros y la Comunidad.
Y Europa, ¿qué puede hacer por la industria de las TIC?
Un informe de la Task-Force para las TIC señala la interoperabilidad como elemento decisivo para el desarrollo de la competitividad de la industria TIC europea. También, pide a las instituciones públicas que presten mayor atención al desarrollo de conocimientos digitales y del espíritu emprendedor, que refuerce el mercado interior, y reduzca el coste de las patentes.

Además, la Task Force hace varias recomendaciones: la primera, y dado que la inversión en TIC es un motor reconocido para la eficacia económica y el crecimiento de la productivad, es continuar con las reformas estructurales para conseguir un entorno de producción más flexible, inversiones contínuas en redes de nueva generación y servicios públicos online, además de crear una carta de los derechos de los consumidores en un entorno digital.
Un marco regulatorio único que facilite la convergencia y la sociedad de la información inclusiva para todos, y una revisión de las cotizaciones de los derechos de autor son otras de las peticiones. En cuanto a la propiedad intelectual, la industria solicita una amplia consulta antes de emprender ninguna reforma en la legislación europea.
El informe también recomienda mayor innovación, inversión y financiación para la investigación en TIC para hacer frente a la globalización.
Posición de España en la carrera por los objetivos de Lisboa
La Comisión considera que España está progresando adecuadamente en la puesta en marcha de su Programa Nacional de Reforma y que es esencial seguir aplicando las nuevas leyes y medidas en las siete áreas políticas del programa (una de las cuales plantea duplicar la inversión en I+D hasta llegar al 2% del PIB en 2010), con el fin de aumentar el empleo y la productividad, y seguir avanzando hasta conseguir la plena convergencia con el PIB per cápita de EU-25.
La Comisión hace algunas recomendaciones a España para seguir por el buen camino, como que adopte medidas complementarias para generar mercados competitivos. Entre los puntos fuertes de las reformas españolas, la Comisión destaca una reducción de la deuda pública más rápida de lo previsto, un buen estado de avance en la aplicación del plan de innovación y de I+D, y la inclusión de la empresa en los planes de estudio nacionales de todos los niveles educativos.
Algunos Estados Miembros (Dinamarca, Estonia, Finlandia, Irlanda, Luxemburgo y Suecia) han obtenido tan buenos resultados en todas las áreas identificadas en la Estrategia de Lisboa que la Comisión no les ha dado ninguna recomendación formal, pero les pide que no se duerman en los laureles. Otros países con grandes economías cuyo éxito es particularmente importante para crear prosperidad en toda la UE -Francia, Alemania, Reino Unido, Italia y España- han avanzado considerablemente desde el año pasado, aunque hay diferencias entre sus reformas y su ritmo de ejecución. Los países que se unieron a la UE en 2004, aunque la mayoría todavía tiene bastante trabajo por hacer, también están avanzado con diferencias en su ritmo de reformas.