“Passthoughts”: De las contraseñas escritas a las contraseñas pensadas

Un equipo de investigadores de la Universidad de Berkeley está trabajando con un económico sistema de electroencefalograma que abre un nuevo camino para la autenticación de usuarios.

La pervivencia de las tradicionales secuencias alfanuméricas con las que los usuarios aseguran sus cuentas personales es cada vez más cuestionable.

Sobre todo porque desde instituaciones como la agencia DARPA hasta grandes empresas como Google o Microsoft están investigando en nuevos sistemas que podrían dejar pronto obsoleto el registro de contraseñas sobre un teclado, tanto para servicios online como para dispositivos físicos.

Una de las últimas aportaciones a esta causa la han hecho los investigadores de la Escuela de la Información de la Universidad de Berkeley, California, que quieren que los usuarios sólo tengan que pensar la contraseña para sus adentros en vez de escribirla y ya han logrado ciertos avances, aplicando una técnica de lectura de ondas cerebrales para realizar la autenticación de forma inequívoca.

Por algo, esta actividad eléctrica de la mente que toma la forma de ondas está asociada con ciertos estados de ánimo, estados mentales y comportamientos.

Para ello han recurrido a unos ariculares bautizados como Neurosky MindSet que llevan integrados un sistema de electroencefalograma de sensor único, se conectan al ordenador vía Bluetooth y están valorados en 100 dólares, lo que acerca este tipo de tecnología al bolsillo del consumidor.

Si bien ésta no es la primera vez que se propone utilizar la tecnología de electroencefalograma para identificar a personas, sí es la primera vez que se aplica un hardware menos caro e invasivo. Además de devolver tasas de error de menos del 1%.

Uno de los retos más importantes al que se enfrentaron los científicos fue determinar qué tareas mentales son las que mejor se adaptan a este tipo de autenticación, sin complicar demasiado la participación del usuario.

Al parecer, las más propicias son las que cuentan con un componente de entretenimiento y aquellas que los usuarios no se cansan de realizar a dirario, como cantar una canción o contar objetos de un sólo color. Por el contrario, otras como imaginarse moviendo partes del cuerpo son menos eficaces.