Por qué Linux no está listo para sincronizar sus ciclos de lanzamiento

En primer lugar, un ciclo de lanzamientos basado en el tiempo implica intervalos específicos que se mantengan en el tiempo. Para ello se debe establecer un roadmap de funciones y después implantar tantas como sea posible hasta que el proyecto alcance su estado de código establecido y entonces las que no estén listas tendrán que quedar fuera. Se hace más importante entonces la depuración de errores y la calidad hasta el final del intervalo, cuando llega el momento de lanzar el software.

Este modelo funciona bien con muchos proyectos, como el entorno de sobremesa GNOME. Pero obliga a los desarrolladores a trabajar de forma gradual y no favorece la adopción de modificaciones a gran escala.

Shuttleworth cree que existen herramientas capaces de solucionar estos problemas. Se refiere fundamentalmente a Bazaar, que es una versión para control de sistemas diseñada por Canonical y que se integra con la plataforma de desarrollo de la compañía Launchpad. Según Ars Technica, Bazaar es una buena herramienta, aunque no la panacea. Cuando los desarrolladores tienen que ajustarse a un roadmap, la calidad del producto final se ve afectada. Para el redactor de Ars Technica, los ciclos de lanzamiento deberían ser flexibles y deberían poder ajustarse a las necesidades de cada proyecto. La crítica va más allá. Dice el artículo: “La llamada de Shuttleworth a la sincronización refleja su incapacidad para reconocer el valor y el alcance de la diversidad que caracteriza a la comunidad del código abierto. Las distros que van dirigidas a distintas audiencias no deben tratarse de forma homogénea como hacen las distribuciones de sobremesa como Ubuntu. Existen muchas plataformas combinadas con aplicaciones de código abierto (como Firefox, por ejemplo), que cuentan con grandes audiencias en otros sistemas operativos y que deben tener en cuenta otras consideraciones para su lanzamiento además de los ciclos de Linux”.

Aún así, señala el artículo que no es categórico en este asunto y que una cierta sincronización es deseable. De hecho ya existe un cierto compromiso, como por ejemplo entre Fedora 9, Ubuntu 8.04 y OpenSolaris 2008.5, que saldrán todos con sólo unas semanas de diferencia entre ellos.

Entre las voces críticas con la sincronización se encuentra la de Aaron Seigo, desarrollador de KDE. Según Seigo, la sincronización que propone Shuttleworth incrementa la eficiencia en la integración a costa de la eficiencia en el desarrollo, algo en su opinión, que resulta contraproducente.

El debate continúa abierto.

vINQulos
Ars Technica