Aumentan en EE.UU. los préstamos personales a través de P2P

Prosper.com, con sede
en San Francisco, es de los sitios más conocidos que ofrecen la posibilidad de
crear un sistema de préstamos P2P (peer to peer o persona a persona) entre
usuarios de Estados Unidos.

En Inglaterra existen servicios similares como
Zopa.com que cobra
una comisión del 1% sobre del dinero prestado, y le hace competencia el también
británico
Givemecredit.com.

Básicamente los interesados deben darse de alta en la página sin costo,
indicando datos como el número de seguridad social para verificar la identidad.
Con estos datos, el sitio da a cada usuario una puntuación según sus
posibilidades de pagar el crédito, basado en el rating de la agencia de crédito
Experian ScoreX Plus (SM) Credit Store. A mayor puntuación, mejor reputación
crediticia tiene el usuario y más gente estará dispuesta a prestarle dinero.

Una vez creado el perfil de usuario, ya es posible pedir dinero prestado
indicando para qué se necesita, el plazo y el interés que se desea pagar
señalando una caducidad para la demanda.

En ese momento, los prestamistas, que son otros particulares que desean
obtener por sus ahorros más dinero que en una cuenta bancaria, ofrecen su dinero
a interés y condiciones que, en caso de cumplir las expectativas del usuario que
necesita dinero, cierran el trato a través de Prosper.

A partir del siguiente mes, y con el dinero ya en la cuenta, el sitio pasará
una cuota mensual al usuario que obtuvo el crédito, devolviéndolo a los
prestamistas junto con los intereses, menos una pequeña comisión de gestión.

En busca de mayor seguridad, la dinámica de estos sitios es que los usuarios
que recurren al préstamo se reúnan para así dar mayor validez a las
transacciones, además que el sitio recomienda que se hagan varios préstamos
pequeños en vez de uno grande.

Prosper.com permite que, por ejemplo, alguien que demande un crédito de 5.000
dólares reciba 10 créditos de 500 dólares de personas diferentes, o dicho de
otra forma, permite a los prestamistas compartir riesgos en un mismo crédito, de
forma que se evitan las grandes pérdidas y se aseguran las ganancias.