Qualcomm anuncia su cuarto e-reader con pantalla mirasol

Jin Yong ha sido desarrollado por el fabricante taiwanés Koobe, cuenta con pantalla táctil XGA de 5,7 pulgadas, chip Snapdragon a 1,0 GHz y sistema operativo Android 2.3.

Hace sólo unos días que saltaba a la luz la compra de la startup especializada en pantallas de bajo consumo Pixtronix por parte de Qualcommm, y la compañía estadounidense ya ha anunciado el que será cuarto dispositivo del mercado con tecnología mirasol.

Se trata del e-reader Jin Yong, bautizado así en honor al famoso novelista asiático y fabricado por la firma taiwanesa Koobe. La alianza no es fortuita ya que Qualcomm ha invertido mil millones de dólares en impulsar su fábrica de pantallas mirasol en Taiwán y pretende extenderse en la región durante los próximos meses.

Este lector electrónico presenta pantalla táctil XGA de 5,7 pulgadas, 1024 x 728 píxeles y 223 ppp de resolución. Funciona con sistema operativo Android 2.3 y cuenta con un procesador Snapdragon S1 de un sólo núcleo a 1,0 GHz en su interior.

Aunque Koobe no ha revelado todavía su precio y disponilibidad, sí se sabe que llegará al mercado con una selección de 15 libros de Jin Yong precargados.

El dispositivo de Koobe se une así al C18 de la china Hanvon, al Bambook Sunflower de la también china Shanda Networking Co y al Kyobo de la surcoreana Kyobo Book Centre. Todos estos lectores han sido presentados en un plazo de unas diez semanas y se basan en el mismo tipo de hardware, a excepción del delgado C18 y sus 10 milímetros de grosor y 300 gramos de peso.

Desde que adquirió la tecnología mirasol en 2004, Qualcomm ha depurado el invento hasta eliminar la necesidad de incorporar retroiluminación, al reflejar la luz entre dos placas conductoras. Este planteamiento posibilita la configuración de colores brillantes con luz solar directa, varias semanas de autonomía para la batería y una tasa de refresco de las imagen lo suficientemente rápida como para soportar vídeo.

De hecho, el primer e-reader de Koobe fue lanzado en 2010 y sólo posibilitaba lectura en blanco y negro, tal y como recuerda Forbes.