¿En qué se convierten los consumibles informáticos reciclados?

La sociedad 2.0 genera casi dos mil millones de toneladas de residuos en los países miembros de la Unión Europea. Dentro de estos deshechos se encuentra también la “basura informática”: cartuchos, pantallas, teclados, placas base y otros muchos dispositivos electrónicos que se quedan obsoletos con gran rapidez.

Pero los residuos informáticos no pueden ser tratados como los demás, sino que necesitan ser sometidos a un tratamiento especial de reciclaje por incluir en muchos casos sustancias tóxicas y altamente contaminantes.

¿Qué consumibles se pueden reciclar?

Prácticamente todos. Según se informa en el programa de reciclaje de HP Planet Partners, “el servicio de recuperación de productos informáticos acepta cualquier equipo informático y periférico, personal o de oficina”,  que no tiene que ser necesariamente de esta marca.

Esta lista abarca desde impresoras, escáneres o faxes hasta ordenadores personales, servidores de sobremesa, monitores y dispositivos de bolsillo. También pueden ser carne de reciclaje los componentes externos; cables, ratones, teclados y por supuesto cartuchos.
¿En qué se pueden convertir?

Los consumibles reciclados empiezan una nueva vida tras pasar por un proceso que “implica refinar el plástico no refinado, tratarlo con varios aditivos y componentes” según explican los responsables de reciclado de HP.

En este proceso se recuperan distintos materiales como plásticos (PET; PP, PPO, PSU & HDPE), acero, cobre, energía reutilizable e incluso materiales preciosos como oro, plata y palladium.

Una vez finaliza el proceso los materiales reciclados se convierten en objetos de los más variado. Por ejemplo, los plásticos y metales de los cartuchos de impresión HP se utilizan para fabricar partes de automóvil, perchas para la ropa, postes para vallas, placas de microchips, bandejas, suelas de zapato o bobinas entre otros.
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Reciclaje artístico

Otra vertiente del reciclaje de consumibles es la de fabricar objetos decorativos con ellos. Esto es lo que hace Niko Räty, diseñador de broches y artículos varios fabricados con chatarra electrónica.

De las manos de este artista, que vende sus productos en una tienda finlandesa llamada Secco, han salido salamandras de placas bases, gomas del pelo y anillos fabricados con piezas del teclado etc.
 
También hay quien prefiere fabricar objetos que den luz. Es el caso de las lámparas fabricadas con cartuchos de tinta de Epson. Estas originales lámparas se pueden adquirir por unos 200 dólares (unos 150 euros)  a través de la tienda virtual de artesanos de Etsy.

(Foto Etsy)

Normas de la Unión Europea

La UE ha establecido una serie de medidas destinadas a prevenir la formación de residuos eléctricos y electrónicos y a fomentar su reutilización, además de establecer medidas sobre la limitación del uso de sustancias peligrosas en este tipo de aparatos.
En este sentido, la UE establece que los estados tienen la obligación de “establecer una recogida selectiva de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos”. Por su parte los fabricantes deben “aplicar las mejores técnicas de tratamiento, valorización y reciclado disponibles” y a los usuarios les toca estar informados para no mezclar este tipo de residuos con los demás.