E-Mail '¿Quién quiere jugar con Watson?' To A Friend

Email a copy of '¿Quién quiere jugar con Watson?' to a friend

* Campo requerido






Separe multiples entradas con una coma. Máximo 5 entradas.



Separe multiples entradas con una coma. Máximo 5 entradas.


Enviar verificación de imagen

Cargando ... Cargando ...
0

Especial desde Las Vegas

Watson es posiblemente la supercomputadora más amistosa del mundo. El superordenador de IBM se hizo mundialmente famoso al batir a sus contrincantes humanos en Jeopardy, el popular juego de preguntas y respuestas estadounidense. Los asistentes al Impact 2011 pueden testearlo en el salón de soluciones de la compañía.

“No es físicamente Watson”, alertan en el stand del superordenador, para que nadie se lleva a engaño y presuma de haber tocado a la megamáquina. A Las Vegas ha llegado una máquina avatar como la que subió al escenario de Jeopardy en febrero y que, como entonces, sigue las mismas reglas del juego que los demás contrincantes. Para Watson, llamado así en honor al fundador de IBM, Thomas J. Watson, también hay pulsador a tocar antes de dar la respuesta. Y, como los humanos, debe enfrentarse a los problemas del complicado lenguaje contextual.

Para desarrollarlo, trabajaron 25 expertos de IBM, que invirtieron 4 años en construir una máquina que evalúa el equivalente a un millón de libros (es como si Watson se hubiese leído una más que importante biblioteca, sin olvidarse ningún detalle de su contenido). Watson es también fruto del programa de I+D de IBM, que invierte cada año en la materia aproximadamente 6.000 millones de dólares.

El amigable Watson que está en Impact 2011 permite a los asistentes iniciar una partida de Jeopardy con la máquina. Hay que pulsar y dar la respuesta. Y rápido porque Watson es bastante avispado. Incluso en el complejo tema de asuntos de la Unión Europea. Muchos son los asistentes, en una feria que ronda las 8.000 personas estimadas, que se acercan a probar al popular terminal. Además, como en una caseta de novedades de feria, se puede uno llevar una foto de recuerdo posando con Watson. “Sólo ayer hice 200 fotos”, explica el fotógrafo oficial del stand.

“Aunque Watson no sólo es esto”, alertan a pie de stand. Watson es la parte divertida de los supercomputadores, la visualmente atrayente, la que da el bonito titular de prensa. El ordenador que reduce a cenizas a los jugadores más sabiondos de Jeopardy y que además se acerca a los ordenadores inmesamente inteligentes del cine. “Los superordenadores tienen muchas aplicaciones en investigación y salud”, explican tras las reglas del juego. Watson, cuando se apaguen sus warholianos quince minutos de gloria, será lo que es: un superordenador con múltiples capacidades para responder al reto actual de procesar el lenguaje natural.