Realidad aumentada para un turismo ‘inteligente’

España es una potencia mundial en la industria del turismo. La realidad aumentada ofrece interesantes oportunidades para este sector que todavía no se están aprovechando.

Aunque buena parte del turismo en España sea de ‘sol y playa’, cada vez son más los visitantes que acuden a nuestro país por nuestro rico patrimonio artístico, histórico y cultural. Y en ese ámbito, la realidad aumentada tiene un gran potencial.

Esta tecnología va de la mano del auge de los destinos turísticos ‘inteligentes’, donde el visitante puede disfrutar de información en su dispositivo móvil a la vez que transita por las calles o recorre los museos de la ciudad, enriqueciendo significativamente su experiencia. Quizá nos encontremos ante una nueva manera de entender el turismo, al calor del denominado ‘edutaintment’, que mezcla educación y entretenimiento, haciendo la cultura más sencilla y accesible.

La realidad virtual aprovecha las pantallas del smartphone o la tablet para superponer contenido virtual sobre lo que vemos en el mundo real, ofreciendo texto, imágenes, sonidos, vídeos o animaciones que amplían la información del lugar que visita el turista. De este modo, se podría disfrutar de la reconstrucción tridimensional de las ruinas de Pompeya o de una recreación de las luchas en el Coliseo, interactuar con el cuadro de Las Meninas expuesto en el Museo del Prado –explicaciones, cambio de perspectiva, animaciones…-, contemplar un vídeo sobre la Revolución Francesa al visitar la plaza de la Bastilla de París, ver cómo era la Catedral de Santiago y su entorno cuando se construyó, complementar un folleto turístico o un mapa con todo tipo de información cultural y de servicio , etc. Quizá dispositivos como las Google Glass puedan descubrir otras aplicaciones interesantes.

Francesc González, profesor de Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), afirma que “la realidad aumentada supone un salto cualitativo en la experiencia de los turistas y, definitivamente, es un elemento que ha venido para quedarse. A partir de ahora, si museos o patrimonio no disponen de tecnología de realidad aumentada, la echaremos en falta y se perderá la oportunidad de generar nuevas experiencias durante la visita”.

Un aspecto fundamental de la realidad aumentada es que puede utilizarse sin necesidad de realizar inversiones en equipamiento, puesto que aprovecha la tecnología que ya tiene el turista, su propio teléfono o tablet. Evidentemente, para su puesta en marcha sí que se sería precisa la inversión en el desarrollo de contenidos.De este modo, se presentan oportunidades de negocio para aquellas compañías que sean capaces de diseñar aplicaciones de realidad aumentada que aporten valor para el turista.

Por otro lado, hay que tener en cuenta las posibilidades que se plantean para la explotación publicitaria de esta tecnología, bien sea con contenidos patrocinados, recomendaciones, ofertas, etc. También habría que tener en cuenta su potencial en el ámbito de la gamificación, permitiendo el desarrollo de aplicaciones que conviertan la visita a la ciudad en un juego, algo similar a Ingress, de Google. Quizá este tipo de experiencias podrían ser desarrollas y patrocinadas por firmas comerciales, con el fin de generar experiencias positivas para sus clientes y así lograr ‘engadgement’ con su marca.

Sin embargo, pese a las interesantes prestaciones que podría ofrecer esta tecnología si se compara con el coste de implantación, su uso es todavía marginal en España y contamos con muy pocas experiencias.El profesor de la UOC cree que la realidad virtual aplicada al turismo “tendría que estar liderada tanto por las instituciones públicas como por las iniciativas privadas. En la promoción del territorio, la realidad aumentada sería un valor añadido muy importante para un país o ciudad. Por otro lado, las iniciativas privadas también podrían conseguir beneficios económicos provechosos si se tiene en cuenta la inversión inicial”.