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Samsung ha presentado hoy en Seúl la nueva gama de teléfonos Galaxy equipada con Android Gingerbread. Con ellos, la compañía inaugura una nueva nomenclatura y apuesta decididamente por los mercados emergentes.

Así, los nuevos Galaxy incluirán letras que darán pistas sobre sus funciones: un Galaxy S, cogerá la S de “Super Smart”, mientras que la R se referirá a “Royal” o “Refined”, ambas tipologías para los modelos de alta gama. La W se referirá a “Wonder” y se incluirá en dispositivos de gama media, al igual que la M de los Galaxy “Magical”. Los teléfonos más asequibles y con menos funciones llevarán incorporada la Y de “Young”.

El apellido Pro se referirá a la inclusión de un teclado físico QWERTY, mientras que Plus será una actualización de un modelo anterior. Finalmente, las siglas LTE indicarán que el teléfono soporta este tipo de conexión, lo que agiliza la transmisión de datos. La presentación de hoy se ha centrado precisamente en hacer hincapié sobre los modelos de entrada para economizar la gama Galaxy. Samsung ha presentado su Galaxy W, Galaxy M Pro, Galaxy Y y Galaxy Y Pro, aunque su aparición oficial tendrá lugar en la feria IFA de Berlín, que se celebrará del 2 al 7 de septiembre.

La renovación de los Galaxy llega en un momento especialmente crítico para la compañía, que acaba de sufrir un nuevo veto en Holanda a varios modelos de su “smartphone” por excelencia.

Mientras tanto, el enfrentamiento legal contra Apple por patentes continúa también en Estados Unidos, donde la compañía coreana ha recurrido a un argumento, como mínimo, original, para invalidar las reclamaciones de Apple. Partiendo de la base de que Apple reclame violación de patentes por el diseño, Samsung ha alegado que la compañía de Steve Jobs no puede reclamar la propiedad sobre un diseño que ya había aparecido anteriormente en la ficción, poniendo como ejemplo la película de 1968 “2001: una odisea en el espacio”, de Kubrick.