Seguridad: la piedra en el camino de Snapchat

Todo era idílico para Snapchat hasta que se han desvelado unos graves problemas de seguridad en su sistema: los datos personales de los usuarios corren serio peligro.

Todo eran parabienes y buenas noticias para Snapchat. El servicio de mensajería instantánea ha vivido una época en la que nada parecía frenar su ascensión, incluso permitiéndose el lujo de rechazar asombrosas ofertas económicas, pero la revelación de un importante fallo de seguridad en su sistema puede suponer un paso en falso.

Snapchat, disponible para las plataformas Android e iOS, ha sido un nuevo caso de fulgurante éxito en el mundo de las aplicaciones. La apuesta de sus creadores fue arriesgada: reunir un servicio de mensajería instantánea y la creciente fascinación por compartir fotografías, en una red social que premia la fugacidad. Con Snapchat puedes enviar fotografías a tus contactos, pero con la característica de que desaparecerán apenas unos segundos después de verlas.

Bajo estas credenciales la aplicación ha acumulado cincuenta millones de descargas en el sistema operativo de Google y casi ocho millones en el de Apple. Una cifras a todas luces espectaculares, que motivaron que Facebook llegara a ofrecer 3.000 millones de dólares para hacerse con su control. La oferta fue rechazada, una decisión que sorprendió (y mucho) en el sector tecnológico.

Las malas noticias han llegado para Snapchat en forma de fallo de seguridad. Gibson Security, una firma australiana formada por expertos en temas de seguridad informática, hizo público que la aplicación presenta un importante agujero en su sistema que puede ser aprovechado por hackers y spammers. De hecho, Gibson explicó también, paso a paso, cómo se podía sacar partido de los fallos.

Estos bugs responden a elementos tan delicados como los datos personales de los usuarios de la app, los cuales se vuelven accesibles por la escasa protección que Snapchat ha preparado para ellos. La dejadez de la compañía a la hora de preocuparse por un tema tan importante como éste es lo que ha llevado a Gibson Security a tomar la medida de hacer públicos dichos fallos.

Según explican a ZDNET, el pasado mes de agosto se pusieron en contacto con Snapchat para avisarles de los problemas de seguridad que habían detectado en su sistema, pero lo único que obtuvieron como respuesta fue… silencio. Nada. Con el paso de los meses se percataron de que, además de ser poco agradecidos, no prestaron atención a las advertencias porque seguía existiendo los mismos problemas de seguridad.

Una de las afirmaciones más sorprendentes de Gibson, y que deja en una posición muy delicada a Snapchat, es que este ‘bug’ podía haber sido resuelto con apenas “10 líneas de código”.

Con este incidente, claramente negativo para su reputación, queda por ver cómo se plantea el futuro de la aplicación. El primer paso que deben dar es lanzar una actualización que solucione estos errores, pero tal vez ya sea demasiado tarde… tal vez ya sea demasiado tarde también para preguntar a Facebook sigue en pie la oferta.