Servicios online como Skype y WhatsApp podrían someterse en la UE a las mismas reglas que las telecos

Las grandes empresas de telecomunicaciones, que ejercen como grandes grupos de presión, son optimistas.

Algunas de las empresas de telecomunicaciones más grandes del mundo se encuentran esta semana a punto de ganar una larga batalla en Europa.

La Comisión Europea (CE) estudiará estos días la propuesta de someter a los servicios de mensajería online, como Skype de Microsoft y WhatsApp de Facebook, a algunas de las normas que han regulado durante años el negocio de las telecomunicaciones, tal y como recoge The Wall Street Journal.

Mientras que las grandes telecos reconocen cada vez más que los servicios como Snapchat y WhatsApp les ayudan a vender planes de datos más caros, en otras muchas partes del mundo también han estado a la defensiva acerca de cómo los llamados servicios “over-the-top” se han comido parte de sus ofertas tradicionales.

Los grupos de presión son optimistas y creen que la UE propondrá reglas que harán más fácil a las telecos cobrar más por el acceso a las nuevas redes, argumentando que esto les dará incentivos para invertir en conexiones a Internet más rápidas.

Bajo estas propuestas, por ejemplo, Skype puede tener que ofrecer servicios de llamadas de emergencia para los clientes europeos que utilizan su servicio de voz online para marcar números de teléfono tradicionales. En los casos en los que asigna números de teléfono y permite a los usuarios recibir llamadas desde teléfonos tradicionales también podría ser necesario permitir que dichos usuarios porten sus números con ellos si deciden marcharse a un proveedor diferente.

Por su parte, el servicio de chat WhatsApp podría ser objeto de una nueva supervisión por parte de los reguladores nacionales de telecomunicaciones en temas como la seguridad de la red.

Un portavoz de la CE ha afirmado que las normas propuestas, que también tratarán de estimular mejoras en las redes de alta velocidad de Internet, son parte de la estrategia de la UE de “fomentar las inversiones en las redes de próxima generación, ajustar las condiciones adecuadas a las redes digitales modernas y proporcionar una igualdad de condiciones para todos los agentes del mercado”.