Sun – IBM: lo que pudo ser y no fue

Durante un par de semanas todos los rumores parecían apuntar a que el acuerdo entre IBM y Sun sería más que seguro. La operación podría haber proporcionado una posición privilegiada al fabricante en el mercado de los servidores y haber ampliado su oferta de servicios.

Sin embargo, el día 6 de abril, se daba carpetazo a las conversaciones. Una de las razones principales tenía que ver con el precio. Sun consideraba que la oferta definitiva de IBM (algo más de nueve dólares por acción) seguía resultando demasiado baja.

Por otro lado, otro factor de peso fueron las trabas judiciales. Los abogados del Gigante Azul ponderaron las posibles investigaciones antimonopolio que se sucederían tras el acuerdo, estimando un gran retraso, y decidieron poner fin al proceso antes de comenzar.

Pese a que desde la compañía de servidores se tendió la mano a IBM nuevamente, con mayor flexibilidad en las condiciones y en la cantidad de la compra, ésta rechazó la propuesta, una vez convencida de que las autoridades antitrust americanas y europeas ralentizarían sus oportunidades de negocio, como ocurriera en otros famosas ventures tecnológicas como la de Yahoo! y Microsoft.