Sundar Pichai, el hombre más poderoso de Google, tiene raíces humildes

Quienes han tratado con él destacan su humildad, cercanía y conversación empática.

Sundar Pichai llegó a Google en 2004. Desde entonces su peso en la empresa ha ido aumentando y hoy es el consejero delegado de una de las compañías más influyentes del mundo.

Pero ningún aire de grandeza ronda a Pichai. “Su oficina está tan limpia hasta el punto de que es espartana, y esta simplicidad define su comportamiento”, describía el periodista de The Verge que entrevistó a Pichai el pasado mes de mayo.

Quienes se han topado con él lo describen como un interlocutor cercano y empático que habla con pasión sobre los detalles más técnicos de su trabajo pero que no duda en bajar el nivel de su discurso sin resultar condescendiente.

Pichai nació en el seno de una humilde familia en Chennai, ciudad del sureste de la India. Fue capitán del equipo de cricket en el colegio, antes de empezar con sus estudios de Ingeniería Metalúrgica en el Instituto Indio de Tecnología.

Sus profesores recuerdan en un artículo publicado en el Times of India que era el alumno “más brillante de su promoción”.

De acuerdo al perfil que elabora Bloomberg, fue el padre de Pichai quien le transmitió la inquietud por la tecnología. “Al volver a casa le hablaba sobre mi día en el trabajo y sobre los retos a los que me enfrentaba”, declara Regunatha Pichai, empleado de un conglomerado de energía eléctrica.

Al terminar los estudios de ingeniería le otorgaron una beca para viajar a Stanford y conocer la meca de la tecnología. El billete de avión costó al padre de Pichai el equivalente a su sueldo anual.

A sus 43 años, Sundar Pichai acaba de convertirse en el CEO de Google. La reestructuración anunciada con la creación del conglomerado Alphabet deja al ejecutivo a las riendas del negocio más rentable del grupo.

Larry Page, hasta ahora consejero delegado de Google y ahora CEO de Alphabet, ha dicho que comparte la enfoque innovadora de Pichai. Los fundadores de la compañía confían en él y en su visión de la firma.

En la entrevista concedida a The Verge habló de su principal objetivo: la implementación del aprendizaje automático o machine learning en todos los tentáculos de Google. Es esto lo que obsesiona a Pichai, aunque en su nuevo rol como máximo responsable de una compañía que se alimenta de las ventas de productos publicitarios, no bastará con la pasión técnica.

“Tengo la impresión de que para él la estrategia de monetización de Google es secundaria”, escribe Dieter Bohn, el periodista que le entrevista.