Telecom Italia: nueva entrega del culebrón favorito de Telefónica

Las declaraciones y las contradeclaraciones ante la posible compra o venta de Telecom Italia arrecian: rumores y filtraciones han llevado a que el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se pronuncie sobre la posición del gobierno y la potencial compra. El culebrón Telecom tiene todos los ases para convertirse en el dolor de cabeza de 2010 de Telefónica.

Tras la filtración de La Reppublica de una inminente OPA, desmentida por sus protagonistas tras los devaneos en bolsa de sus títulos, la insistencia de inversores y analistas de una más que cercana adquisición de la italiana por parte de la española.

Telefónica sería el comprador “lógico”, según un análisis de escenarios potenciales de la agencia Reuters, de la italiana por su presencia mayoritaria en Telco, el grupo que es a su vez mayoritario en Telecom Italia y que canalizó en el pasado inmediato las tensiones entre el gobierno italiano y Telefónica.

Italia no quiere a Telefónica en Telecom Italia porque eso dejaría en manos extranjeras la principal red telefónica del país. Así lo apuntan los analistas consultados por la agencia de noticias y así se sospechaba en las primeras tiranteces entre unos y otros.

Aún así, y siempre según el análisis de la agencia, el gobierno italiano quiere que Telecom Italia se deshaga de su red fija para que realmente se dinamicen las inversiones y aumente la calidad y las conexiones de banda ancha.

Las necesidades dividen a la Administración, que esta tarde podría reunirse con los responsables de la teleco italiana para analizar las implicaciones de una potencial compra, como explican fuentes cercanas al Gobierno a Europa Press.

Éste es un Gobierno liberal y vivimos en una economía de libre mercado”, replicaba de todos modos poco más tarde Berlusconi a los medios de comunicación tras explicar que en ningún momento han pasado por sus manos las propuestas de compra de Telecom Italia, tal y como publica Reuters

Telefónica se encuentra por tanto ante un panorama difícil: continuar en el accionariado de Telco costó sudor y sangre y empujó a hacer cambios también en las estructuras accionariales de la firma y de Telecom Italia. Hacerse con el control total de la operadora puede ser todavía más arduo: la española debería por tanto ir afilando armas.