Telefónica inicia el camino para desprenderse de O2 UK

La operadora ha empezado a negociar su venta con la firma hongkonesa Hutchison Whampoa. La cantidad que pondrá sobre la mesa asciende a 13.500 millones de euros.

Casi 10 años después de adquirir la compañía inglesa de telefonía móvil, en la que supuso la mayor operación realizada nunca por una empresa española en el extranjero (pagó alrededor de 26.000 millones de euros), Telefónica ha dado los primeros pasos para desprenderse de ella.

Y es que acaba de anunciar que ha llegado a un acuerdo con Hutchison Whampoa para iniciar las negociaciones para vender O2 UK, la filial de Telefónica en Reino Unido, por 10.250 millones de libras esterlinas en efectivo, aproximadamente 13.500 millones de euros.

En concreto, tal como señalan desde la operadora española, el acuerdo implica un pago inicial de 9.250 millones de libras (alrededor de 12.200 millones de euros) cuando se cierre la transacción y un pago aplazado adicional de 1.000 millones de libras (1.300 millones de euros).

Mientras que esta operación permitirá que Hutchison se convierta en la principal compañía de telefonía móvil en el Reino Unido, al fusionar O2 con su actual firma Three y conseguir una cuota de mercado superior al 40% (más de 30 millones de clientes), para Telefónica sería una inyección de capital que le ayudaría a reducir su deuda, próxima a los 45.000 millones de euros.

No obstante, en el comunicado emitido por Telefónica, sólo se explica que esta operación se enmarca “en el contexto de la profunda transformación estratégica que está realizando la compañía, orientada a acelerar el crecimiento sostenible a largo plazo y consolidarse como Telco Digital líder, manteniendo al mismo tiempo una atractiva política de remuneración al accionista”.

Asimismo, recuerda que este anuncio se produce en un periodo en el que la compañía “ha gestionado proactivamente su cartera de activos y se ha fortalecido significativamente en sus principales mercados, con la operación de consolidación en Alemania, la adquisición de GVT en Brasil (pendiente de aprobaciones regulatorias) y la revolución comercial y tecnológica protagonizada en el mercado español”.