¿Tiene sentido que Apple haya gastado 3.200 millones en comprar Beats?

Anoche mismo te contábamos aquí en The Inquirer el interés inesperado y casi inexplicable de Apple por Beats, interés que “pesa” 3.200 “kilos” para los de Cupertino, lo que nos puede dejar aún más perplejos.

Apple ya fabrica sus propios auriculares (bien es cierto que de una naturaleza muy distinta de la que ha otorgado su fama a Beats) e incluso tiene su propia plataforma de distribución de música… ¿qué sentido tiene adquirir una empresa que tiene, desde luego, muy buenos auriculares con gran éxito de venta, pero de un modelo bien distinto del típico “pinganillo” que acompaña a los smartphones en sus cajas? ¿por qué comprar una plataforma de streaming de música que tiene meses de historia cuando dominas el 63 % del mercado de descargas de pago de canciones?

Es de dominio público que Apple no tiene problema alguno de liquidez (con más de 150.000 millones de de dólares en metálico) y aunque estemos hablando de una elevadísima cantidad de dinero, 3.200 millones no hacen mella alguna en las cuentas de la empresa capitaneada por Tim Cook. Desde hace tiempo se venía especulando con que en algún momento Apple haría alguna compra importante, pero habría tenido más sentido algo del estilo de lo que sucedió con la adquisición de Oculus por parte de Facebook. Al menos se trata de un producto nuevo, en cierto modo revolucionario y con muchas posibilidades de futuro. No parece que sea ese el caso de Beats, que ofrece calidad en un producto que de novedoso tiene poco.

En este aspecto la razón podría quedar explicada si dentro de un tiempo, y como suele hacer Apple cuando adquiere pequeñas y casi siempre anónima empresas, termina integrando en su propia línea de productos los auriculares Beats. Se podría aplicar cierta lógica si tenemos en cuenta el claro dominio mencionado de las descargas musicales de pago que luego los usuarios escuchan a través de pequeños auriculares como Earpod que a pesar de la calidad que pueden ofrecer para su tipología y reducido tamaño no son, desde luego, la solución más exquisita. Comercializados bien bajo la propia marca Apple o incluso manteniendo su hasta ahora selecta imagen de marca, Beats podría pasar a colgar los blisters con sus auriculares en las Apple Store y convertirse en el reclamo de una audición de calidad para completar la experiencia musical de la manzana mordida.

Pero queda aquí otra cuestión que seguro que habrá surgido en la mente de muchos de los usuarios de los móviles HTC. Y es que algunos modelos de  smartphones de esta empresa taiwanesa incorporaron en su momento altavoces externos  Beats Audio que además de calidad ofrecían ese aporte adicional de calidad que en ocasiones supone que un fabricante incluya altavoces de una marca reconocida, como han hecho algunos fabricantes de ordenadores portátiles que en sus modelos montaban altavoces Bose o Harmann/Kardon. HTC ya lo hizo mientras poseía un 51 % de Beats y probablemente esa pueda ser una de las razones para la compra, que podía confirmarse si un futuro iPhone (o los Mac, no nos olvidemos de los ordenadores) aparece con este añadido diferenciador.

Quedaría la aplicación de streaming de música que según algunos analistas (incluso los más benévolos) ofrecería una experiencia bastante inferior a la de sus grandes competidores Spotify o Rdio. Quizá es que nos estamos distrayendo demasiado mirando al dedo de Beats Music cuando lo importante puede estar en la Luna de Beats Audio.