El ‘timo-romance’, el crimen que suma amor y red

En Australia, en los últimos tres años ha aumentando en un 1.000%. En España no hay cifras pero posiblemente hayan crecido de una forma llamativa también. El nuevo hit de la industria del cibercrimen se llama… timo-romance y se aprovecha de los sueños de amor de sus víctimas.
Amor e internet pueden no hacer un buen matrimonio, si la industria del crimen está de por medio. Ya lo advierte McAfee, que acaba de lanzar una alerta a los usuarios del ciberespacio, no hay que dejarse robar además del corazón la cartera en el mundo 2.0.
El timo-romance en el fondo no es más que lo más viejo del mundo actualizado a los nuevos tiempos. Ya Henry James lo retrataba en Washington Square en el siglo XIX, aunque no fue ni el primero ni el último: aquí una rica heredera era cortejada por un galán que quería su fortuna. En los tiempos de internet, el crujir  de las telas de época se reconvierte al tienes un email de cualquier servidor de correo.
“Un timo romance pretende  reducir tus defensas atrayendo tu lado más romántico y apasionado”, alerta McAfee. Los malos tiran de ingeniería social para encontrar a sus incautas víctimas: para dar más solvencia a su coartada, crean perfiles en redes sociales para poder interactuar con sus enamorados o se abren cuentas en las páginas de búsqueda de pareja para encontrar a sus víctimas.
Una vez entablada la relación y afianzada, una vez que la víctima ya les ha entregado el corazón… llega el sablazo económico. El cibercriminal pide dinero para viajar al país de su víctima, porque ha sufrido un grave accidente o porque necesitan transferir dinero a otro país. Todo, evidentenemente, es mentira y lo único que necesitan es llenar sus bolsillos.
El galán de Europa del Este o la muchacha de complicada existencia  y de nombre impronunciable son en realidad un timador de los de toda la vida pasados a las necesidades de la red.