Toda la verdad sobre la salida de Mark Hurd de HP

El 20 de julio de 2010 Mark Hurd era todavía consejero delegado de HP. Se sentó en una sala de juntas y durante cuatro horas contó a un equipo de abogados qué tipo de relación le unía a una actriz de serie B, que había posado una vez en Playboy y que se había convertido con el tiempo en miembro del equipo de relaciones públicas de HP, Jodie Fisher.
A principios de agosto, muy poco después, Hurd dimitía, anunciándolo tras el cierre de mercados y lanzando una bomba informativa. El escándalo no se hacía esperar y mientras la prensa se lanzaba a por la carnaza de una historia que tenía todo para convertirse en un escándalo sexual o amoroso la compañía mantenía silencio. Los analistas se preguntaban muchas cosas. La primera, las razones por las que HP había contratado a alguien tan ajeno como Jodie Fisher. La segunda, si Mark Hurd era inocente de las acusaciones de acoso sexual, porqué tenía que abandonar la compañía.
La historia permanecía oculta. Hasta ahora. La revista Fortune ha realizado una concienzuda investigación que ha permitido descubrir la respuesta a esas preguntas.
La primera pregunta. ¿Por qué Jodie Fisher? Por ser una estrella de reality. Mark Hurd, con dos años en la cúpula de HP, no estaba conforme con como se acercaban a los potenciales clientes. Quería conocer a sus clientes business bien y sin perder el tiempo hablando con quien no debía. Sus necesidades se habían convertido en una obsesión para Caprice Fimbres, la program manager de Hurd.
Viendo un reality de la NBC tuvo una iluminación. Mujeres de 40 competían con mujeres de 20 por el amor de un tenista. Las de 40 demostraban armas que a Fimbres le parecían estupendas para el mundo de las relaciones públicas en las altas esferas. Entrevistó a tres de las participantes. Fisher fue la elegida para encargarse de que Mark Hurd sólo conociera y hablara con quien debía hacerlo.
Hizo muy bien su trabajo, ha conseguido confirmar Fortune, pero eso no impidió que a finales de 2009 dejase HP y se fuese a trabajar a la empresa de su madre en Nueva Jersey. Meses después, Mark Hurd recibía una carta de una abogada conocida por ser una pesadilla para los departamentos de imagen de las compañías acusándole de acoso sexual. El affaire Fisher empezaba.
Un ejército de abogados se lanzó a investigar cuánto había de cierto en las acusaciones y determinaron que Hurd no había acosado a Fisher y no había infringido las normas internas de HP en cuestiones de relaciones de oficina. La junta ejecutiva lo supo así, pero de todos modos acabó poniendo a Hurd de patitas en la calle. Y aquí tiene Fortune la respuesta a la segunda pregunta.
La directiva entró en pánico: por muy inocente que fuese Hurd, la demanda iba a ser una pesadilla para su equipo de relaciones públicas e iba a poner al hasta ahora gris y anódino Mark Hurd en las portadas de todos los sites de cotilleos, como un Lindsay Lohan más. Eso empujó a la compañía a cerrar el 4 de agosto un acuerdo secreto con Jodie Fisher que compraba su silencio. (Fisher ni colabora con los medios ni ofrece entrevistas)
Y, sobre todo, la directiva no acabó de creer a Hurd. Hurd mintió. Negó vehementemente al principio cualquier tipo de relación con Fisher, como recupera la revista económica. Luego aparecieron las pruebas de que se conocían, las cuentas de cenas caras y los hoteles. Algunos directivos no pudieron olvidar el no de Hurd en el principio y cuestionaron el resto. Además, y eso sí era indiscutible, el directivo había cargado a la cuenta de la empresa los gastos de su relación – cual fuera la que fuese – con Jodie Fisher. Hurd fue acusado de violar el código de conducta business de HP y salió de la empresa.
El resto de la historia es ya bien conocida. Mudanza a Oracle. HP contratando a Léo Apotheker, el enemigo de Oracle por su pasado en SAP. Y un dime y dirites que ha convertido a la gris HP en la protagonista de un culebrón digno de las mejores familias de la prensa rosa.
 
*Foto Jodie Fisher en la imagen oficial de concursante en Age of Love, de la NBC