Tomates modificados genéticamente para mantener a raya al cáncer

Lamentablemente no consumimos la cantidad suficiente de frutas y verduras que contienen sustancias químicas que nos protegen del cáncer. Desde el Instituto Nacional del Cáncer estadounidense, como en otros países, se ha promovido una dieta que contenga al menos cinco porciones de frutas y verduras. Ni caso, el 75% de los ciudadanos hace caso omiso a los consejos.

Así las cosas, los científicos están tratando de modificar plantas de cultivo con mayores dosis de estos compuestos químicos que pueden prevenir o frenar el avance de las células cancerígenas.

En concreto en el tomate, un alimento muy popular y que está presente en una amplia variedad de comidas. Los tomates fueron modificados con genes “Delila y Rosea1” con el objetivo de aumentar la cantidad de antocianinas, que según los científicos son fundamentales para la prevención de la degeneración de células de órganos en mamíferos y humanos. Los antociánicos, presentes naturalmente en altos niveles en frambuesas y moras, son capaces de reducir significativamente células como las del cáncer de colon.

Los genes insertados se transmiten a las próximas cinco generaciones de tomates y provocan un curioso color morado al cambiar el pH por la concentración de antociánico. En la investigación, se incorporó este tipo de alimento modificado en ratones que carecen del gen p53, por lo que desarrollan distintos tipos de cánceres. La vida media de estos roedores aumentó de 142 a 182 días, gracias a la dieta con los tomates de diseño. La dieta con tomates “normales” no tuvieron efecto alguno en su salud.

Unos resultados que dan esperanza a los investigadores que estudian ahora el desarrollo de píldoras con antocianinas, a la vista de que no consumimos las frutas y hortalizas que producen esta sustancia naturalmente.

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