Las tribulaciones de la bahía pirata

Tras convertirse en los abanderados de aquellos que no están de acuerdo con el status quo sobre intercambio de archivos e información y en el símbolo de la lucha contra la industria discográfica, los máximos responsables de The Pirate Bay han evolucionado hacia una situación mucho menos icónica.
La venta del portal a una compañía sueca por varios millones de euros supuso un cambio en cómo los usuarios ven al site y en su modelo de negocio. Para los internautas, la transacción fue más que un intercambio empresarial una venta de los ideales. En el campo del negocio, Global Gaming Factory  X  señalaba su intención de convertir al portal en el Microsoft de las descargas, legales obviamente.
La compra no estuvo exenta de polémica económica: el regulador bursátil sueco iniciaba de forma simultánea al anuncio una investigación para determinar si existió un delito por uso de información privilegiada en la compra de acciones de Global Gaming Factory X antes del lanzamiento de la noticia.
El horno no está para bollos, como señala la expresión popular, aunque las últimas informaciones llevan a pensar que tampoco está para cocer simples panecillos.
Peter Sunde, el portavoz de la firma y su cara más visible, acaba de anunciar que abandona la compañía. “Las razones son varias pero la más importante es que ocupa mucho de mi tiempo”, asegura en su blog. “Quiero hacer cosas nuevas y centrar mi energía en una dirección diferente”.
“Hoy marca el final de una pequeña era para mí, pero estoy simplemente lejando un rol para ser ahora una persona”, asegura. 
Holanda, baneada
Además de la marcha de su portavoz (la persona claramente identificable como imagen de la casa), la página tiene que enfrentarse a otros problemas. En Holanda, la Justicia ha dado la razón a la asociación antipiratería Stichting Brein y ha obligado a los tres fundadores de The Pirate Bay a cortar el tráfico a y desde el país.
“¡Hay tantos errores en este proceso que es casi un crimen gastar el tiempo de la Corte de esta manera!”, señalaba el cofundador Fredrik Neij, como recoge TGDaily.
Si no cortan el tráfico, Sunde, Neij y Gottfrid Svartholm podrían enfrentarse a una multa de 3 millones de euros.