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Estamos en un mundo de monopolios: Microsoft lo ha sido en la informática personal y Google se está convirtiendo en uno – si es que no lo es ya – en Internet. Existen decenas de ejemplos tanto a nivel internacional como dentro de nuestras fronteras – Telefónica es la clara referencia aquí -, y puede que al fin y al cabo las distribuciones Linux tengan que rendirse a una evidencia:

Ubuntu es un monopolio dentro de las distribuciones Linux.

Y lo es por méritos propios. Aunque existen literalmente cientos de distribuciones (más de 500 según el último recuento de DistroWatch) tan sólo un puñado tienen relevancia real, y de esas 5 ó 6 grandes distribuciones destaca claramente la solución creada por Canonical, que ya ha conquistado el corazón de millones de usuarios.

Y es que al igual que sucediera con Microsoft o Google, pocos vieron en los inicios de estos dos gigantes esa otra cara oscura que se hizo patente para los de Redmond hace años y que ahora estamos comenzando a ver en Google a pesar de su tradicional mantra ‘Dont be evil’.

Sistemas operativos como Windows 95 o NT 3.11 fueron durante mucho tiempo alabados por sus prestaciones y por cambiar el paradigma de uso de un PC, y tampoco los medios acribillaban a la empresa de Gates con críticas hacia cualquier movimiento realizado, algo que sí sucede ahora.

Lo mismo ocurre con Google, una empresa en cuyas redes todos – o casi – hemos caído y cuyo modelo de negocio ha funcionado de una forma absolutamente aplastante.

¿Es Ubuntu comparable? Obviamente el alcance de Linux es muy inferior al de estas dos empresas, pero dentro del mundillo Linux es evidente que Ubuntu es la distribución que genera más admiración… y envidia. Es la referencia, y a pesar de los esfuerzos de Red Hat o Novell por ofrecer sus Fedora y openSUSE (aparte de sus notables soluciones comerciales, SLES/SLED y RHEL) y de otras tantas destacadas, en los medios impresos y online sólo parece haber una protagonista: Ubuntu.

¿Acabaremos convirtiéndose Ubuntu en la única referencia de Linux, tal y como Windows o Google – con matizaciones – lo son ahora en sus respectivos campos?

Esperemos que no. Si por algo se definen el software libre y el código abierto, es por la presencia de alternativas. Las opciones lo son todo, y si estas desaparecen, el futuro se vería muy, muy negro. µ

vINQulos
Mad Penguin