Una llamarada solar de clase X amenaza con dañar señales de radio, GPS y redes eléctricas

Los investigadores intentan determinar el potencial de una tormenta producida ayer a la noche, que podría haber desencadenado una eyección de masa coronal con destino a la Tierra.

En menos de 24 horas se han desatado dos tormentas solares que podrían afectar al campo electromagnético de la Tierra hasta causar estragos en las redes de energía, comunicaciones por radio y señales GPS.

Especialmente peligrosa es la erupción desencadenada ayer martes a las 22.12, hora española, que registró su pico más elevado ocho minutos más tarde hasta originar una llamarada solar de clase X-2.1 (la de mayor alcance). Mientras que la del día anterior ha sido clasificada como M-5 por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA). Tras los niveles X y M, vendría el C, que se corresponde con las manchas más débiles.

Los científicos esperan que la actividad en el ciclo actual del Sol alcance su pico máximo en 2013
Los científicos esperan que la actividad en el ciclo actual del Sol alcance su pico máximo en 2013 (Imagen: NASA)

Ahora los investigadores deberán determinar el potencial de la tormenta de este martes, ya que podría haber producido una eyección de masa coronal (CME) con destino a la Tierra.

Las CMEs son enormes nubes de plasma solar capaces de atravesar el espacio a 5 millones de kilómetros por hora. Por lo que, de impactar con nuestro planeta, la última eyección podría provocar alteraciones en señales de comunicación y demás entramados eléctricos, tal y como explica Fox News.

De momento, es pronto para determinarlo. La que sí generó una nube de partículas fue la explosión del lunes, pero en este caso viaja a 1,2 millones de kilómetros por hora y “no se espera que cause una actividad de tormenta geomagnética significativa” incluso si llega a golpear la Tierra en los próximos días.

La actividad solar ha estado aumentando significativamente durante los últimos meses, tras finalizar una fase de reposo prolongado en su ciclo de 11 años. El mes pasado, por ejemplo, el Sol dejó escapar una llamarada X-6.9, la más potente desde diciembre de 2006. Esa tormenta también generó una CME pero no iba dirigida a la Tierra.