El videojuego español facturará 1.100 millones en 2019

La industria española del videojuego podría superar los 1.100 millones de euros en 2019. De momento, el pasado año ya facturó 510,7 millones de euros, un 24% más que en 2014.

La Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento (DEV) ha presentado esta semana el ‘Libro blanco del desarrollo español de videojuegos 2016’. Y las perspectivas no pueden ser más halagüeñas.

El informe indica que el sector del desarrollo de videojuegos de nuestro país cerró el ejercicio 2015 con un incremento interanual de su facturación del 24%, alcanzando los 510,7 millones de euros. El estudio destaca que el número de empresas del sector creció un 20%, de modo que ya hay 480 compañías activas. Y todavía existen alrededor de 125 iniciativas y proyectos empresariales a la espera de consolidarse como empresas a corto o medio plazo. Además, el 85% de las compañías activas no existían hace 10 años de vida y el 63% ni siquiera tiene un lustro de vida.

Estos datos reflejan un industria joven, en fase de crecimiento y consolidación, por lo que la asociación mira con optimismo al futuro. No en vano, prevé un crecimiento anual del 22,4% de aquí a 2019, con lo que el mercado se cifraría en aquel año en 1.140 millones de euros.

Asimismo, DEV remarca el papel de esta industria como generadora de empleo. A cierre del ejercicio 2015, el sector daba trabajo a 4.460 profesionales, lo que significa un incremento del 32% de la plantilla total. Y si se consideran los empleos indirectos que genera, la asociación estima que hay 7.849 personas que viven de esta industria. Siguiendo con la proyección a 2019, se espera que la nómina crezca un 22,7% cada año, superando los 10.000 empleos dentro de tres años.

Dicha capacidad para generar empleo también supone un desafío para el sector, ya que las empresas están encontrando dificultades para reclutar talento. El 55% de las compañías afirma que tiene problemas para encontrar perfiles adecuados en el mercado laboral nacional. Los profesionales más difíciles de localizar son los dedicados a tareas de monetización, programación, game design y marketing.

Otro aspecto no tan positivo es el lugar de la industria española en el panorama internacional. Pese a que el mercado español de videojuegos es el cuarto  más importante de Europa y el octavo del mundo  en cuanto a ingresos, el peso de la industria nacional del videojuego no está a ese nivel. Así, la facturación de las empresas españolas está muy lejos de la que se registra en otros países europeos, como Francia (3.677 millones de euros, con 250 empresas), Alemania (1.820 millones, 320 empresas), Reino Unido (1.490 millones, 1.092 empresas), Suecia (952 millones, 213 empresas) o Finlandia (800 millones, 260 empresas). Y eso sucede a pesar de que en España hay muchas más compañías que en la mayoría de esos países.

Sin embargo, hay que destacar la expansión internacional del negocio del sector español. No en vano, más de la mitad de la facturación (52%) procede ya de ventas realizadas más allá de nuestras fronteras. Los principales destinos de los videojuegos españoles son Norteamérica (22%) y Europa (19%), muy lejos de Iberoamérica (5%) y Asia (4%).

Otro dato relevante es la transición del videojuego físico hacia otros modelos. Así, la venta física de videojuegos sólo supone un 6% del total. La mayor parte de la facturación proviene ya de venta directa digital (34%). Y cada vez tiene un peso mayor el modelo free to play (F2P) con compras integradas en el juego (12%) y F2P financiado por publicidad (10%). El resto de los ingresos proviene del desarrollo para terceros, la venta de servicios y la formación.

Por último, el estudio apunta algunas de las tendencias con mayor potencial de crecimiento. Destaca especialmente la realidad virtual, campo en el que ya están trabajando el 28% de las desarrolladoras españolas. Y las empresas ya están trabajando en eSports, cloud gaming y wearables.