Virtualización: una realidad indispensable en el almacenamiento

La virtualización del almacenamiento se define, generalmente, como una abstracción transparente del almacenamiento a nivel de bloque; con la virtualización se separa el acceso lógico a los datos del acceso físico.
Así, utilizando almacenamiento físico se crean grandes “pools” que se dividen en discos virtuales, y a su vez los discos virtuales se asignan de forma lógica a los distintos servidores de la red, según se vayan necesitando. La virtualización consiste en poner una capa intermedia entre la realidad y lo que percibimos, con el objetivo de mejorar el rendimiento, la consolidación, la sencillez de manejo, el coste, etcétera.
De hecho, el almacenamiento virtual rompe la relación física entre servidores y dispositivos de almacenamiento, presentando una imagen lógica del dispositivo de almacenamiento en lugar del dispositivo físico. Es decir, que tanto los dispositivos físicos como la distribución de la capacidad se hacen transparentes para servidores y aplicaciones.
De esta manera, la virtualización permite unificar y simplificar la gestión de los sistemas de almacenamiento, y ofrece a los administradores de TI la posibilidad de distribuir los recursos de almacenamiento de forma más eficiente y óptima.
En todo caso, se puede hacer virtualización dentro de la cabina de discos, en la red SAN o LAN, en los procesadores, e incluso en los puestos de trabajo.
Además, la virtualización se ha incorporado al backup y se han creado las librerías virtuales. La familia de librerías virtuales en HP se llama StorageWorks VLS.


Las ventajas que aporta se reflejan en cada una de las necesidades del negocio, ya que nos va a aportar agilidad ante cualquier nueva iniciativa en la actividad empresarial y nos ayudará a alcanzar los objetivos que se persiguen en la empresa en cuanto a:
Costes: Los ahorros de costes son también críticos a la hora de crecer en almacenamiento. Gracias a ciertas características, como la expansión dinámica y los Snapshots virtuales libres de capacidad, una empresa sólo necesita comprar la capacidad que realmente necesita. Ya no será necesario adquirir el doble o el triple de la capacidad necesaria en previsión de futuros crecimientos.
Con este tipo de solución se permite a la compañía comprar almacenamiento cuando lo necesite y, de este modo, evita inversiones anticipadas.
Productividad: El resultado de esta gestión centralizada es la mayor capacidad del administrador para gestionar el sistema. La expansión dinámica de pools, la sencillez en la asignación de almacenamiento y la función de balanceo de carga hacen posible una mejor utilización de los recursos de almacenamiento.


Así, con el mismo número de administradores se podrá gestionar mucho más almacenamiento, produciéndose por tanto un ahorro real de costes con respecto a sistemas sin virtualización.
Plazos de implantación: Es realmente breve.
Reducción de costes de mantenimiento: los usuarios minimizan el tiempo necesario para mantener y gestionar su almacenamiento, mientras que maximizan la potencia y la disponibilidad.
Posibilidades de evolución: Sin duda, en este aspecto el crecimiento es ilimitado.
Retorno de la inversión: en tiempo y dinero. La virtualización es capaz de aportar un coste total de propiedad reducido y tiene un menor precio efectivo por MB, gracias a los ahorros de costes generados por la gestión y la mejor utilización de los activos.
Por todo ello, como puede comprobarse, la virtualización, en el campo del almacenamiento, es una realidad tecnológica hoy en día indispensable.