“Los consumidores y las empresas son los ganadores de la reforma del mercado”

La comisaria europea de Telecomunicaciones, Viviane Reding, analiza para Silicon News la situación del mercado de las telecomunicaciones en Europa y específicamente en España.

Lea la primera parte de la entrevista que la comisaria europea de Telecomunicaciones, Viviane Reding, ha concedido a Silicon News. Mañana, la segunda entrega.

El Parlamento Europeo acaba de aprobar el llamado Paquete Telecom, un conjunto de medidas que intentan conseguir un marco legal único para el sector a nivel comunitario.

Mayor protección de los derechos de autor o de los datos personales son dos de los principales marcos de acción que entraron en la nueva legislación, quedándose fuera aspectos tan polémicos como la regulación del espectro de ondas o la creación de una oficina de seguridad europea para la red.

La propuesta normativa fue lanzada por el Comisariado europeo de Telecomunicaciones.Su responsable, Viviane Reding, se muestra conforme con los resultados, a pesar de las bajas en la legislación y adelanta nuevas medidas que cubrirán alguno de esos vacíos.

Mañana, Reding analizará para Silicon News la situación del mercado de las telecomunicaciones en Europa y específicamente en España.

¿Cuál es la valoración que su departamento hace de la resolución final del Parlamento?

Me alegro ante todo de que los parlamentarios hayan votado a favor del regulador europeo de las telecomunicaciones, a pesar de que su formato sea más reducido que el que la Comisión europea había inicialmente propuesto.

Estoy igualmente satisfecha de constatar que la separación funcional, el nuevo remedio puesto a disposición de las autoridades nacionales de regulación para mejorar la concurrencia de los mercados, haya sido apoyada por el Parlamento europeo. Algunos países como el Reino Unido ya lo utilizan y otros esperan hacerlo muy seriamente (Suecia, Polonia y Grecia).

Además, agradezco al Parlamento su apoyo en materia de transparencia y mejora de la información para los consumidores. Sobre estos puntos, así como sobre nuestras proposiciones de cara a mejorar el acceso de las personas discapacitadas a los servicios de telecomunicaciones y la eficacia del número de socorro, el 112, considero que tanto la Comisión como el Parlamento han hecho prueba de valentía y de determinación.

Por lo que respecta a la utilización del espectro, la demanda del Parlamento europeo de más flexibilidad y armonización me parece totalmente legítima pero espero que soluciones más ambiciosas puedan ser encontradas de modo que Europa administre su espectro, que recordemos es un recurso limitado, lo más eficazmente posible a fin de por ejemplo favorecer el acceso de todos los europeos al ADSL.

Al final, los consumidores y las empresas son los mayores ganadores de la reforma del mercado de las telecomunicaciones en Europa y eso es lo que más cuenta para mí.

La creación de una oficina de seguridad en Internet ha sido uno de los puntos que se ha quedado fuera de la normativa final. ¿Cuál será la nueva dirección que el Comisariado seguirá para garantizar un Internet con todas las garantías de seguridad?

Permítame recordar que la Comisión está activa en el terreno de la seguridad de redes y de la información desde hace más de diez años. En 2006, propusimos una estrategia para hacer más segura la sociedad de la información que el Consejo europeo acogió favorablemente. Ésta ya subrayaba la necesidad de construir un sistema multilingüe europeo de compartir la información y de alerta entre las partes participante (proveedores de servicios, reguladores nacionales, etc).

Pedí, por tanto, en 2006 a la Agencia europea para la seguridad de las redes y de la información (ENISA) que examinase cómo poner en marcha un sistema así y se prevé para un futuro próximo el lanzamiento del prototipo.

Más allá de estas iniciativas, los ataques de la primavera de 2007 contra la red estonia han demostrado no solamente el impacto que este tipo de suceso tiene sobre nuestras economías nacionales y nuestro entretejido social, sino sobre todo nuestra dependencia de las infraestructuras informáticas.

Es tiempo de actuar, para prevenir en Europa este tipo de desgracia. El ejemplo estonio nos ha permitido sacar lecciones y trabajar en una respuesta a nivel europeo.

Es por ello que lanzaremos, a principios de 2009, una iniciativa sobre la protección de las infraestructuras críticas, es decir las redes informáticas como internet y la telefonía. Esta iniciativa intenta mejorar nuestro nivel de preparación y de sensibilización así como nuestra capacidad de respuesta. Para esto, cada Estado miembro tendrá que disponer de los medios y las estructuras adecuadas.

Y puesto que las redes son hoy esencialmente privadas, los sectores privado y público deben interactuar rápidamente, lo que necesita una colaboración público- privada de confianza en los cuale el compartir información es necesario. Y como Internet ignora las fronteras, debemos esforzarnos en nuestra capacidad de interacción con nuestros colaboradores internacionales. Se trata simplemente de prepararse para afrontar este tipo de incidente lo mejor posible gracias a planes de contingencia y a ejercicios de fallos a gran escala, por ejemplo.

La prolongación del mandato de ENISA hasta en marzo de 2012 y la necesidad de actuar mejor frente a los ciberataques potenciales nos empujan a lanzar una reflexión de fondo sobre la seguridad de las redes.

Es por ello que preparamos una consulta pública que será lanzada inmediatamente. Además, las proposiciones de la Comisión sobre el refuerzo de las seguridades de las redes y de los servicios presentados en el Paquete Telecom han encontrado un eco en el Parlamento Europeo tras el voto en sesión plenaria. Soy por tanto optimista y estoy convencida de que encontraremos las soluciones apropiadas para la cooperación óptima de los diferentes actores de este sector.

La nueva legislación introduce la obligación por parte de los países de avisar a los internautas cada vez que realicen procesos que amenacen los derechos de propiedad intelectual. Dadas los diferentes grados de dureza de las legislaciones de los países miembros en la materia, ¿no podría dejar la medida sin eficacia?

La lucha contra la piratería no puede ser efectiva sin la cooperación de todos: los principales representantes de la industria del cine y del contenido, los proveedores de servicios de acceso a internet y los operadores de telecomunicaciones. La protección del derecho de autor y, a través de ella, de la creatividad on line deben estar garantizadas.

Es una dimensión que la Comisión ha deseado tener en cuenta: actuar de forma que los consumidores estén claramente informados, teniendo la conclusión de su contrato con un operador y de forma a continuación de sus obligaciones en materia de respeto de derechos de autor y de las consecuencias jurídicas a las que se arriesgan si se enfrentan a la ley.

Sin embargo, el Parlamento europeo y el Consejo han introducido diversas modificaciones a nuestro texto para dar valor al interés público y por consecuencia al rol de los poderes públicos, en el respecto a los derechos de autor. Las administraciones nacionales tendrían por tanto por misión promover la cooperación entre los proveedores de servicios de telecomunicaciones y los sectores ligados a la industria del contenido.

Aunque la piratería continúa siendo una preocupación central, no hay una cooperación verdadera entre los actores en la mayor parte de los países europeos, a la excepción sin duda de Francia que ha suscitado un verdadero debate con el informe Olivennes. El acuerdo firmado en el Eliseo en 2007 lo ha confirmado privilegiando una aproximación comercial en detrimento de la aproximación represiva que dominaba hasta el momento.

La Comisión tiene la intención de alentar la puesta en marcha de ‘códigos de buena conducta’ entre los actores, notablemente para desarrollar las ofertas legales, la puesta en marcha de iniciativas educativas y de leyes contra los servicios que alientan y facilitan las infracciones, y finalmente facilitar el compromiso de los proveedores de servicios en línea a remediar rápidamente las violaciones de derechos de autor.

Al mismo tiempo, me parece indispensable dejar a los Estados miembros la libertad de encontrar un buen equilibrio entre la necesidad de luchar contra la piratería en línea y otros objetivos también importantes, como el acceso a internet de alta velocidad para todos, el acceso universal a los servicios de comunicaciones y los derechos y libertades en línea.

Algunos grupos políticos se han pronunciado ya contra la intromisión, a su modo de ver, en la vida privada de los europeos que posibilita esta ley que, paradójicamente, da mucha importancia al respeto de los datos personales. ¿Cuál es la respuesta de su departamento a esta acusación?

De entrada, no se puede olvidar que los operadores están obligados a respetar algunas restricciones en relación a la difusión de contenido ilegal, conforme a la legislación de la Unión Europea sobre el derecho de autor y la aplicación de los derechos de la propiedad intelectual.

Es igualmente importante que los usuarios sean claramente informados, previamente, de que ellos corren un riesgo si piratean el contenido en línea.

En mi opinión, las medidas propuestas por la Comisión respetan el principio de proporcionalidad y contribuyen eficazmente a la lucha contra la piratería on line. Sin embargo, controlar o filtrar el contenido que pasa por las redes debe ser tratado con la mayor prudencia. ¡No se trata tampoco de jugar con la protección de la vida privada de los internautas europeos!

“No creo que la situación del mercado español sea particularmente difícil”

La comisaria europea para las Telecomunicaciones, Viviane Reding, destaca cómo el desarrollo de los mercados en los últimos años han consolidado un marco competitivo para las empresas del sector, quitando hierro a la situación de las operadoras españolas.

“La llegada de nuevos operadores al mercado de la telefonía ha aumentado la competitividad en el mercado móvil español”, destaca.

Reding se reafirma en la defensa del Paquete Telecom, que ayer desgranaba. “El Paquete Telecom es para mí un elemento clave para favorecer el empleo y crecimiento en el seno de la Unión Europea”.

– En los últimos meses, operadores y fabricantes de aparatos de telecomunicaciones han realizado movimientos de personal y han publicado resultados económicos en algunos casos negativos. ¿Hay realmente una crisis de mercado en las telecomunicaciones o, de hecho, no asistimos más que a una reorganización del mismo?

La política europea en materia de telecomunicaciones ha permitido el desarrollo de mercados competitivos. Al cabo de los años, los proveedores de servicios y los fabricantes han debido adaptarse para ofrecer nuevos productos y servicios más innovadores. Es, en mi opinión, un cambio muy positivo y de manera general estoy muy confiada en lo que concierne al sector telecom.
Los datos del sector so, de hecho, excelentes: el 30 por ciento del mercado mundial de las TIC tiene su base en Europa. Este mercado tiene un crecimiento anual de entre un 4 y un 5 por ciento. Es también un éxito el estándar GSM que nació en Europa y que es ahora utilizado por más de 3 mil millones de individuos en el mundo, repartidos en más de 200 países.

En cuanto al sector de las telecomunicaciones, pesa más de 300 mil millones de euros, lo que es el 2 por ciento del PIB de la UE, y por el quinto año consecutivo, las inversiones han aumentado en la Unión Europea y han sobrepasado los 50 mil millones de euros en 2007.

Además, el tráfico de datos de las redes móviles continúa creciendo, como testimonia la tasa de penetración del teléfono móvil que, desde el comienzo de esta Comisión, ha pasado del 85 al 112 por ciento de la población de la Unión Europea. Bien entendido, este éxito no impide resultados y éxitos variables según los actores del mercado. Ahí todavía, es la capacidad de innovación de las empresas, su estrategia de desarrollo, la calidad de su gestión y la satisfacción de sus clientes los que harán la diferencia y jugarán un rol fundamental en su resultado en el mercado europeo y mundial.

– España es el país culpable, por ejemplo, de los malos resultados de Vodafone, ¿es verdaderamente la situación española tan difícil en los mercados de las telecomunicaciones como esta información nos permite imaginar?

No creo que la situación del mercado español de las telecomunicaciones sea particularmente difícil. A principios de julio de 2008, el regulador español CMT publicó los ingresos de este sector para el año 2007. Alcanzaban más de 44 mil millones en conjunto, lo que es 4,6 por ciento más que el año precedente. El mercado de la telefonía móvil española vivió además un fuerte crecimiento, del orden del 11,8 por ciento y tiene una previsión de 14,89 mil millones de euros de ingresos.

Diría también que la llegada de nuevos operadores al mercado de la telefonía ha aumentado la competitividad en el mercado móvil español. Las tarifas continúan disminuyendo, lo que se traduce en beneficios en términos de servicios y de precios para los consumidores. Los operadores móviles han, por tanto, sabido adaptar su modelo comercial a la evolución del mercado.

– De otro lado, la conexión a internet presenta numerosas diferencias entre los países de la Unión. ¿Cuáles son las principales medidas que la Administración europea va tomar o comenzar en este dominio?

La legislación europea en materia de telecomunicaciones debe asegurar el acceso de todos los ciudadanos a internet. Más de la mitad de los europeos utilizan regularmente internet hoy, con lo cual podemos felicitarnos. Queda sin embargo mucho por hacer para alentar a la otra mitad a adoptar las tecnologías de la información y de la comunicación.

Es verdad que existen grandes disparidades de un país a otro: el paisaje del ADSL en Europa permanece extremamente fragmentado. Estas disparidades se explican por diferentes factores, tales como la cobertura geográfica, la velocidad de conexión, el precio y los usos que cambian según los Estados, lo que hace aún más difícil las comparaciones a escala europea. El indicador de resultados de alta velocidad (o BPI ) que acabamos de presentar en nuestra comunicación sobre las redes e internet del futuro debería remediarlo.

La Comisión tiene sin embargo previsto utilizar los fondos estructurales europeos para el desarrollo de infraestructuras y servicios de banda ancha, rápidos y accesibles. Finalmente, cooperamos estrechamente con los gobiernos a fin de hacer evaluaciones comparativas y intercambiar las buenas prácticas.

Es por ello que trabajamos desde hace varios años y se puede decir sin equivocarse que existe a día de hoy muy buen clima para desplegar la banda ancha europea. Muchos países europeos disponen de las mejores conexiones ADSL del mundo y están a la cabeza en numerosos dominios. Nos hace entonces falta seguir en esa dirección, notablemente gracias a una regulación de los servicios de alta velocidad en grueso entre los Estados miembros de la Unión europea.

A este punto, una de las iniciativas faro es la Recomendación sobre el acceso regulado a las redes de acceso de nueva generación. Trabajamos para este hecho en estrecha cooperación con nuestros colegas de la Dirección General de la Concurrencia, a fin de asegurar una seguridad jurídica a los inversores y a los operadores, en un interés último del consumidor.

– España es uno de los países con la conexión ADSL más cara. ¿Cuál es la visión que la Unión tiene sobre la situación del país en esta cuestión? ¿Va a tomar medidas para obligar a los operadores españoles a reducir el precio de las conexiones?

En el curso de los últimos meses, se ha dicho mucho sobre este tema. Las diferentes estadísticas presentan la situación del mercado de la alta velocidad de una manera o de otra. Lo que es incuestionable, es que existe un número significativo de quejas sobre la calidad de este tipo de servicio y que el crecimiento de las líneas de alta velocidad en España es inferior al crecimiento medio en el seno de la Unión Europea.

La penetración de la alta velocidad en España ha pasado del 15,2 por ciento al 18,3 por ciento en 2007, pero continúa siendo inferior a la media europea (20 por ciento). El regulador nacional español, CMT, dispone, gracias a la legislación europea en materia de telecomunicaciones, de medios suficientes para estimular la competencia en el mercado, para ofrecer servicios de calidad a precios razonables, y para compensar toda deriva imponiendo, llegado el caso, las medidas necesarias. Puedo asegurar que la Comisión seguirá atentamente esta evolución y tomará las medidas necesarias para mejorar las condiciones de competencia en el mercado ADSL español para garantizar ofertas competitivas a los consumidores.

En este punto, ¿cree que la alerta de una posible denuncia ante los Tribunales comunitarios podrá impulsar definitivamente un cambio en el modelo de mercado español y, por tanto, modificar esta situación?

Nuestro objetivo no es el de intervenir en el modelo de mercado como tal, sino el de favorecer el desarrollo de la competencia en este sector. Es el único modo, repito, de asegurar a los consumidores servicios de calidad y a precios reducidos. Seguimos de cerca los desarrollos legislativos en España y damos nuestra opinión sobre los proyectos de medidas presentados por la CMT manteniendo la posibilidad de iniciar, si es necesario, un procedimiento de infracción.

– ¿Cómo afectará el retraso en la aprobación del Tratado de Lisboa al sector de las telecomunicaciones y a la implantación de medidas europeas sobre la materia?

Las disposiciones del Tratado de Lisboa no constituyen, hablando con propiedad, una revolución en un sector ya bastante integrado. Pero la entrada en vigor del Tratado nos ofrecerá nuevas oportunidades y nos conducirá, indudablemente, a repensar nuestra manera de hacer Europa, lo que comprende los dominios ligados a las telecomunicaciones y de forma más completa a la Sociedad de la Información.

Los dos puntos más importantes del Tratado de Lisboa son la extensión del procedimiento de co-decisión (que permite a las dos ramas legislativas, es decir, el Parlamento europeo y el Consejo, adoptar un texto de ley desde un punto de igualdad y de acuerdo) y el voto por mayoría cualificada en el seno del Consejo.

Desde el punto de vista legislativo, uno de los recursos más utilizados por los promotores de la Sociedad de la Información es el artículo 95 del tratado CE. Es además sobre esta base que el Paquete Telecom ha sido propuesto y negociado. Este artículo prevé ya un procedimiento de codecisión por la mayoría cualificada.

Igualemente a señalar sobre este punto, el impacto del Tratado de Lisboa queda limitado y el retraso de los Estados miembros en los procesos de ratificación no afecta que un poco al sector de las telecomunicaciones. Además de esto, algunas de las ordenaciones más notables han tenido como consecuencia el redefinir profundamente “otras disposiciones” situadas hasta ahora fuera del campo de la codecisión y que tienen justamente un interés para nuestro sector, las telecomunicaciones. Sucede esto, por ejemplo, con las bases jurídicas relativas a la propiedad intelectual, a la política espacial o incluso los servicios de interés económico general.

Previsto por los tratados fundadores y extendido progresivamente a nuevas disposiciones durante las diferentes reformas de tratados, el voto por mayoría cualificada es indispensable en el seno de una Unión ampliada donde la unanimidad es cada vez más difícil de conseguir.

Y de manera más general, el reequilibrio institucional que se jugó a favor de los parlamentos nacionales y del Parlamento europeo no quedará sin consecuencias sobre la manera de pensar y de traducir la legislación europea en el dominio de la Sociedad de la Información. Las nuevas disposiciones sobre el principio de la subsidiaridad (que consiste en decidir y actuar a nivel comunitario cuando los efectos de la acción estudiada son mejores realizados a este nivel), redimensionarán sin ninguna duda nuestros hábitos legislativos.

Por primera vez en la historia de la Unión, los parlamentos nacionales tendrán la posibilidad de alertar públicamente a las instituciones europeas y a su propio gobierno sobre todo proyecto de acta legislativa europea, sector de las telecomunicaciones incluido, que no respeten este punto de equilibrio mayor.

– ¿Cuáles son las principales líneas de trabajo que el Comisariado seguirá en los próximos meses?

El Paquete Telecom es para mí un elemento clave para favorecer el empleo y crecimiento en el seno de la Unión Europea. Tengo además la clara intención de obtener la adopción del Paquete Telecom antes del final del mandato de la presente Comisión en noviembre de 2009. El voto del Parlamento europeo del 24 de septiembre último es muy alentador. Es un augurio para el acuerdo político que tendrá que ser negociado en el Consejo de Telecomunicaciones en noviembre.

Para dar el último toque al mercado único de las telecomunicaciones en Europa, contamos aún con carne sobre el asador. Por eso, hemos propuesto hace solamente algunos días reducir el 60 por ciento el coste de los SMS enviados desde otro país de la Unión. El año último, hemos obtenido una reducción del precio de las llamadas telefónicas móviles por el reglamento sobre la itinerancia internacional o roaming.

A partir del 1 de julio de 2009, los ciudadanos no deberían pagar más de 11 céntimos de euro por un SMS enviado desde otro país de la UE, mientras que hoy la tarifa media es de 29 céntimos de euro. Bien entendido, estamos alerta y el texto debe aún ser examinado por el Parlamento y el Consejo antes de entrar en vigor. Esperamos que los consumidores puedan aprovechar estas bajadas de tarifas desde el verano próximo, es decir en su partida de vacaciones.

Otro tema importante, es la reducción de los costes de terminación de las llamadas, es decir las tarifas de más facturadas por el operador mientras el cliente recibe una llamada telefónica al operador del emisor de la llamada. Estas tarifas se incluyen en todas las facturas telefónicas y son pagadas al final por el consumidor. Actualmente, las tarifas difieren considerablemente de un país a otro y pueden ir de los 0,02 céntimos minuto de Chipre a los 0,18 euros minuto en Bulgaria. Esta situación falsea la competencia entre los operadores de diferentes países y entre los operadores de líneas fijas y móviles favoreciendo a algunos actores en detrimento de otros. Hemos lanzado una consulta pública y publicaremos una recomendación sobre la materia de aquí a fin de año.

El último punto en el que la Comisión pretende investir: el futuro del servicio universal en el sector de las telecomunicaciones. La idea es hacer de formar que todos los europeos, vivan donde vivan, tengan acceso a la alta velocidad. Los mercados concurrenciales del ADSL permiten hasta ahora generalizar el acceso a internet a un precio abordable para los europeos. Pero el 7 por ciento de la población de la UE no tiene todavía acceso a la alta velocidad. Se impone un esfuerzo: por ello, lanzamos una reflexión a fin de si una nueva obligación de servicio universal, similar a la que existe actualmente para el empalme de la red telefónica, se impone en la materia.

Todas estas iniciativas se inscriben en nuestra estrategia global i2010, cuyo uno de los objetivos principales es la creación de un mercado europeo de las telecomunicaciones, que sea abierto a la competencia y que ofrezca un servicios de calidad y a menor precio a los ciudadanos europeos. Es por tanto a día de hoy que se debe lanzar la reflexión sobre las prioridades y las necesidades del entorno digital más allá de 2010.