Windows 8 para ARM no soportará software antiguo

Las aplicaciones heredadas sólo funcionarán en ordenadores con chips x86 de Intel, según ha confirmado un ejecutivo de la compañía. Además, los de Santa Clara también apoyarán Windows para dispositivos móviles.

La reunión de accionistas de Intel está dando mucho que hablar. Ahora el fabricante de chips confirma que Microsoft fabricará diferentes versiones de su próximo sistema operativo Windows 8: una para PCs basados en arquitectura x86 de Intel y hasta cuatro para dispositivos que funcionen con chips ARM. Unas declaraciones que ratifican las hechas por miembros de la propia Microsoft durante el Consumer Electronics Show celebrado en enero en Las Vegas.

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Es más, Renée James, vicepresidenta senior y directora general de software de Intel, asegura que los ordenadores de su compañía ejecutarán programas diseñados para ediciones anteriores del sistema operativo, mientras que los soportados por ARM no lo harán. Intel, al parecer, también ofrecerá su propia arquitectura de apoyo a Windows para dispositivos móviles como tabletas, tal y como recoge Bloomberg.

Que Windows 8 basado en ARM no pueda ejecutar aplicaciones heredadas podría dificultar la adopción del producto entre empresas y consumidores y, en última instancia beneficiar a Intel, que ha venido soportando Windows a lo largo de los años en una amplia variedad de dispositivos.

Si bien de momento es la palabra de Intel contra la de ARM, que no se ha pronunciado, sí se puede confirmar que Windows 8 apoyará la arquitectura SoC (system-on-a-chip) de sistemas ARM fabricados por socios como Qualcomm, Texas Instruments y Nvidia. Esto facilitará la portabilidad de Windows 8 al terreno móvil y, a su vez, permitirá a Microsoft establecer por fin productos que rivalicen con el iPad de Apple y la creciente familia Android.

En ese sentido, algunos analistas consideran lógico impedir que el software antiguo funcione en smartphones y tabletas con arquitectura ARM que carecen de teclado físico y no están optimizados para ejecutar la mayoría de funcionalidades de versiones Windows anteriores.