Confirmando lo que se venía hablando en las últimas semanas, Xiaomi acaba de mostrar su propio procesador móvil, que ha bautizado como Surge S1.
La empresa china se une así a rivales como Apple, Huawei o Samsung, que cuentan desde hace tiempo con chipsets propios.
Entre las ventajas que esperan lograr en Xiaomi con esa estrategia destacan poder reducir los costes de producción de sus terminales, y tener un mayor control sobre su diseño para contrarrestar la caída en ventas de smartphones.
Xiaomi ha revelado hoy que el nuevo Mi 5c será el primero de sus smartphones que estará configurado con ese chipset, que ha sido desarrollado por su filial Beijing Pinecone Electronics.
Además, han precisado que comenzaron el desarrollo del procesador hace poco más de año, y aseguran que podrá competir contra los chipsets del mismo rango que fabrica Qualcomm.
En ese sentido, en Xiaomi prometen que mejora los datos del Snapdragon 625, un procesador que está presente en modelos de la familia Redmi de la compañía china, recogen en Reuters.
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