Zuckerberg contra el mundo: los ‘otros’ dueños de Facebook

Mark Zuckerberg debería de ser una de las personas más felices sobre la tierra: su pequeño proyecto de la universidad, una red social en Internet a la que llamó Facebook, se ha convertido en el lugar en la red en el que está todo el mundo.

O quizá no todo el mundo, pero sí 700 millones de usuarios que tienen una cuenta en la red social. Sin embargo, desde que alcanzó el éxito las sombras legales acechan a Zuckerberg. Por un lado los defensores de la privacidad. Y por otro muchos viejos “amigos” que dicen haber tenido mucho que ver en el nacimiento de Facebook y reclaman su parte.

Este último grupo es el que ha hecho que en más de una ocasión se haya puesto en duda la propiedad de Mark Zuckerberg, y hay hasta una película, La red social, sobre el tema (y no, Zuckerberg no sale muy bien parado). La pregunta principal es la siguiente: ¿tuvo de verdad Mark Zuckerberg la idea de Facebook? Son muchos los que opinan que no.

La idea: los gemelos Winklevoss y Aaron Greenspan

Entre los que aseguran que la idea de Facebook no es de Zuckerberg hay dos líneas principales, y en ambos casos hay que remontarse al año 2003 en Harvard, cuando empezó todo. Por un lado están los ya archiconocidos gemelos Tyler y Cameron Winklevoss, cuya batalla legal contra Mark Zuckerberg parece no tener fin (incluso cuando se vislumbra un pequeño final). Si su versión es cierta, no obstante, como así parece ser, es normal que quieran su parte del pastel.

La historia es muy larga, pero se podría resumir en un contrato verbal entre los gemelos Winklevoss y Zuckerberg a finales de 2003 para que este los ayudase a construir HarvardConnection, una red social entre estudiantes de la universidad con planes de expansión a otras escuelas y ámbitos. Zuckerberg habría dicho que sí, pero después se habría pasado los meses siguientes dándoles largas asegurando que estaba trabajando en el proyecto pero que también estaba muy liado con otras cosas. Lo siguiente que supieron los gemelos es que Zuckerberg había creado su propia red social, thefacebook.com, cuya base era muy parecida a la de HarvardConnection.

Por supuesto, demandaron, y llegaron a un acuerdo con Facebook en 2008. No obstante, dos años después los gemelos volvieron a la carga asegurando que en el acuerdo no se había valorado de forma correcta a la red social, por lo que Facebook todavía debería más dinero a los gemelos. En junio de este año aseguraron que tiraban la toalla, pero no es eso lo que parece por sus acciones posteriores.

Pero los gemelos Winklevoss no son los únicos que aseguran que la idea de Facebook era suya: también Aaron Greenspan, fundador en agosto de 2003 de una red social para estudiantes de Harvard, houseSYSTEM, asegura que Zuckerberg le robó no solo la idea, sino también el nombre. La justicia le dio la razón y en 2009 Greenspan y Facebook llegaron a un acuerdo. Los términos exactos, no obstante, no se han hecho públicos, pero no se ha vuelto a saber nada de Greenspan, por lo que parece haber quedado satisfecho.

La ayuda: Eduardo Saverin y Paul Ceglia

Pero no todos los que en algún momento aseguraron ser merecedores de un trozo de Facebook alegaron haber sido los que habían tenido la idea, sino que más bien se basan en el hecho de haber estado ahí en el momento de la fundación y haber sido, de forma más o menos directa, parte de esta. El caso más claro es el de Eduardo Saverin, que aunque fue el otro cerebro detrás de Facebook junto con Mark Zuckerberg en los inicios de la red social, necesitó una demanda para poder ser reconocido como co-fundador.

Lo más sorprendente fue, no obstante, lo de Paul Ceglia, el neoyorkino que en junio del año pasado apareció de la nada con una demanda contra Mark Zuckerberg y asegurando ser el propietario del 84% de Facebook. Enseguida todo el mundo se puso a investigar quién era este nuevo dueño de la red social, y aparecieron varias peculiaridades con respecto a los hasta ahora citados: no era ni compañero de clase o facultad de Mark Zuckerberg.

¿En qué se basaba su demanda? Según Ceglia, conoció al CEO de Facebook en 2003 (un año en el que Zuckerberg parece haberse dedicado simplemente a conocer gente), y ambos habrían firmado un contrato según el cual Ceglia ponía 1.000 dólares para desarrollar la red social a cambio del 50% de las acciones finales, con un 1% de interés.

Paul Ceglia tiene tan solo como prueba el famoso contrato firmado por Mark Zuckerberg, pero su credibilidad es bastante baja: ya no solo porque desde Facebook insisten en que todo es mentira y el contrato falso, sino por otros aspectos como el pasado bastante oscuro de Ceglia (con arrestos por posesión de sustancias ilegales y juicios por fraude) o el hecho de que los abogados que lo representan en el caso contra Facebook no hagan más que retirarse.

Los posibles dueños de Facebook son muchos, pero de momento Mark Zuckerberg parece estar logrando salirse con la suya: entre los acuerdos que logran acallar con dinero las demandas de los viejos amigos, y las campañas de desacreditación a personajes oportunistas como Paul Ceglia, Facebook continúa siendo de Zuckerberg.

Aunque él mismo parece no tenerlas todas consigo, como dejaron entrever sus declaraciones hace un año en pleno caso Ceglia afirmando estar “bastante seguro” de ser dueño de la red social. Quizá con tanta demanda hasta el mismo Mark Zuckerberg tenga sus momentos de duda. Por supuesto, enseguida rectificó asegurando que “bastante” significa “muy”. Por lo menos hasta que un juez diga lo contrario.