IBM Commerce: “La verdadera fortaleza de nuestra plataforma es que es abierta”

Entrevistamos a uno de los principales responsables de IBM Commerce.

A Chris Wong, vicepresidente de Estrategia y Gestión de Producto en IBM Commerce, no le gusta que se iguale a Watson con tecnología cognitiva. Tienen mucho que ver, pero Watson es simplemente una marca.

El brazo de negocio que dirige ha inyectado la cognición, que no Watson, a las soluciones de Comercio para que “ayude a tomar decisiones más inteligentes”. Se trata de que sea el sistema desarrollado por IBM quien haga las veces de asesor de negocio, gracias al análisis de grandes volúmenes de datos y a la búsqueda de relaciones entre sí.

Una forma diferente de vender y sobre todo, más acertada.

“Hay muchas grandes empresas que no han apostado aún por estas tecnologías aspiracionales para sus departamentos de ventas y marketing”, nos explica cuando le preguntamos a qué tipo de empresas se dirige su oferta. “El Corte Inglés, por ejemplo, no tiene nada de esto”.

Así que la oportunidad es grande, sobre todo fuera de EEUU, nos comenta. Claro que primero hay que convencer sobre las bondades de estas soluciones y de la necesidad de cambiar la idea tradicional de llegar al cliente.

¿Qué tiene IBM que no puedan ofrecer las startups, con sus estructuras corporativas ágiles y horizontales, que ofrecen soluciones competitivas y posiblemente más asequibles?

Además de la experiencia acumulada a lo largo de los años, Wong cree que la verdadera fortaleza de la plataforma es que “es abierta”. La posibilidad de integrar tecnologías de terceros en la plataforma es la ventaja competitiva definitiva, defiende.

Cambio de mentalidad

El hijo de Neeraj Tolmare tiene 5 años. Hace unas semanas corrió hasta el despacho de su papá para que le ayudara a arreglar la TV. “Se ha roto”, le dijo, con disgusto. Tolmare, vicepresidente y responsable de Transformación Digital y Aplicaciones TI en HP, comprobó que todo funcionaba bien; el mando a distancia funcionaba, los canales estaban bien sintonizados.

“No funciona”, insistió el pequeño. Entonces se acercó a la pantalla y trató de alterarla tocándola. No era táctil.

“Entonces me di cuenta de que estaba desfasado”, cuenta Tolmare sobre el escenario de una de las sesiones del IBM Amplify, que ha tenido lugar en Tampla (Florida) estos días.

Y su historia sirve para respaldar su mensaje de la necesidad de un cambio de mentalidad en las empresas a la hora de vender y de la necesidad de arriesgarse e innovar para ganar la batalla.

En el fondo, Wong y Tolmare hablan de lo mismo. La verdadera transformación debe comenzar por el cambio de mentalidad y la adaptación a un nuevo entorno y en especial, a un nuevo cliente final que está más cerca que nunca, pero que a su vez es más exigente que nunca.