El objetivo del ataque, y no es de extrañar, tiene ánimo de lucro. Los autores de los 4,5 millones de routers ADSL hackeados trabajaban desde hace más de un año con la intención de robar credenciales de banca online a usuarios brasileños.
Tras utilizar dos scripts Bash los ciberdelincuentes modificaban la contraseña del administrador para saltarse así cualquier control de seguridad. Hasta 40 servidores DNS habrían sido instalados para manejar la redirección.
Algunos fabricantes han ido ofreciendo medidas para parchear la vulnerabilidad, lo que reduce el número de afectados a 300.000 unidades.
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