¿Está el consumidor dispuesto a pagar más por tecnología verde?

Por los beneficios a largo plazo para la sociedad y el planeta y por la creciente concienciación de los ciudadanos a escala mundial, es predecible que los consumidores cada vez tengan más en cuenta los productos y servicios de las empresas comprometidas con el medio ambiente.

Como confirma un estudio realizado por la consultora TNS, el 66% de los españoles afirma que pagaría más por productos y servicios respetuosos con la naturaleza.

Aún así, muchas compañías del sector TIC todavía no advierten esta preferencia ‘verde’ de los consumidores en las ventas. “Por el momento, los clientes no están demandando con mucha frecuencia este tipo de productos”, afirma Ana Nieto, la responsable de Marcom de Allied Telesis Iberia. “A día de hoy, el mercado está analizando en términos económicos lo que supone comprar un producto ecológico frente a uno no ecológico”.

La crisis financiera a nivel mundial también ha perjudicado, ya que la caída del consumo y la reducción de la actividad de las empresas ha provocado una consecuente disminución de los beneficios en los últimos meses.

Por eso, la coyuntura actual también dificulta la apuesta por los productos ecológicos por parte de los clientes. “Desde nuestra perspectiva, los clientes solamente compran productos si estos conllevan una mejora en el ahorro o en la eficiencia en otras áreas”, declara Trevor Dearing, director de marketing de soluciones empresariales en EMEA de Juniper Networks. “En el clima económico actual la prioridad mayor es ahorrar dinero”.

A pesar del apoyo moral a la causa medioambiental de la sociedad, el estudio de TNS también desvela que el  sobre-precio máximo que gastarían los consumidores en los productos y servicios con características ‘verdes’ no excedería más de un 5 por ciento de su precio original. Por tanto, a la hora de comprar o invertir en estos productos o servicios, los clientes se lo piensan dos veces e incluso los descartan si el precio es muy elevado.

De este modo, vuelve a cobrar importancia la reivindicación de muchos consumidores e incluso también por empresarios, de incluir obligatoriamente estas características ‘verdes’ en los productos o servicios tecnológicos para que así, la protección al medio ambiente no dependa sólo de un sobre-pago por parte de los compradores.

“Los clientes no deberían tener que pagar un extra por productos ecológicos”, argumenta Dearing, “todos los productos deberían serlo y además, el hecho de cobrar un coste adicional no proporciona un valor añadido”, arguye.

¿Inversión peligrosa?

Lo que sí está claro es que la adecuación de los productos y servicios al respeto al medio ambiente a la larga será ineludible, dado el interés de consumidores y las nuevas obligaciones introducidas por los gobiernos.

La mayoría de las compañías del sector se sienten predispuestas a emprender estrategias empresariales para frenar el cambio climático desde su posición, pero aún no se ha consumado una adaptabilidad global en todos sus procesos. De hecho, muchas de ellas aún se sienten reticentes y dudan en invertir en estas soluciones ecológicas por el precio al alza de los combustibles y por el miedo al impacto de esta subida en sus acciones.

Pero, por otro lado, existen firmas,como por ejemplo IBM e Intel, que se sitúan entre las empresas con las políticas más eficaces para reducir el consumo de energía y las emisiones de gases invernadero, en el primer y cuarto puesto respectivamente del ranking de Ceres, y que apuestan de forma clara y específica por crear una tecnología completamente verde.

Intel destaca que la clave se encuentra en minimizar el impacto medioambiental no sólo en las operaciones, sino también en todas las fases del proceso vital del producto. Según explica Beatriz Pérez, directora de comunicación de Intel Corporation Iberia: “la clave radica en aplicar desde el comienzo estas soluciones en todas las fases del ciclo de vida del producto: producción, uso y retirada” y conseguir así una combinación de productividad y eficiencia verde.

Por su parte,otra empresa respetuosa con el medio ambiente, Xerox, señala la importancia del reciclaje del producto: “nosotros ideamos y diseñamos los dispositivos directamente pensando en su posterior reciclaje, así como la reutilización de piezas en el proceso de fabricación”, señala Jesús Labrado, director de marketing de Xerox España .

Este método además se compatibilizaría con la idea que propone Gartner en sus conclusiones sobre cómo paliar el cambio climático, que consiste en utilizar un sistema de medición común del impacto medioambiental de los productos o servicios del sector TIC para ayudar así a reducir sus emisiones de gases de carbono.

Las empresas del sector tecnológico deberían demostrar que un negocio sostenible puede aportar no sólo beneficios medioambientales sino también a largo plazo un ahorro en consumo energético.

Acciones en marcha

Asimismo, gracias a la creciente conciencia social y mediática, las autoridades están orientando cada vez más la legislación para establecer un respeto obligado al medio ambiente.

Tal y como corrobora el director de operaciones de Lenovo España, Enrique Fernández-Daza
, “c
ada vez son más los clientes que se interesan por el impacto medioambiental de los ordenadores”, explica refiriéndose a la oferta de productos y servicios de su empresa, dirigida principalmente al mercado profesional.

“Incluso algunas compañías solicitan la certificación de calidad en materia medioambiental ISO14001, que establece estándares más altos que los exigidos por ley, como requisito en la elección de un proveedor”, añade.

Desde Jupiner Networks la solución es radical. “Los vendedores deberían tener solamente productos ecológicos en su cartera”, declara Dearing.

En Cisco no son tan radicales en su defensa de los productos verdes, aunque reconocer que la Green IT es una realidad a largo plazo.“Se trata de un valor que no se puede perseguir sólo durante un tiempo, sino debe tener un recorrido largo, durante el cual los clientes sigan mejorando” afirma Miguel Bullón, responsable de la División de Consumo para el Sur del  Mediterráneo.

“La apuesta por tecnologías verdes no debe ser una moda pasajera que adopten las empresas, sino que hay que tomar medidas reales”, concluye también Juan Manuel Rebés, director de la plataforma POWER de IBM para España, Portugal, Israel, Grecia y Turquía.

Recomendaciones ecologistas

Mientras las compañías se empiezan a acercar a la tecnología verde, desde las organizaciones ecologistas apelan a la necesidad de emprender indudablemente iniciativas para combatir el cambio climático en el entorno TIC.

Tal y como anima Dennis Pamlin, Global Policy Advisor de WWF, las tecnológicas deberían aprovechar esta crisis financiera actual como una oportunidad a corto plazo para liderar una economía baja en carbono y ofrecer servicios que ahorren en gastos y en emisiones de gases nocivos para la naturaleza.

“Las tecnológicas lo tienen más fácil en comparación con otros sectores donde hay que elegir el beneficio económico o el medio ambiente” , destaca incluso Pamlin.