A fondo. ¿Qué son y para qué sirven las CDN?

Las Content Delivery Network (CDN) replican y distribuyen geográficamente los contenidos de una página web. Esto reduce la distancia física entre el servidor y el usuario, mejorando la velocidad de carga y aliviando al servidor original.

Sólo hay que echar la vista atrás unos 15 años para darnos cuenta de cómo ha cambiado internet en muy poco tiempo. Facebook y YouTube acababan de nacer, Skype apenas tenía un par de años de vida, Spotify todavía no existía, Netflix aún era una compañía que alquilaba películas en DVD a través de correo postal…

“En sus orígenes, internet no se diseñó para procesar todas las impresionantes tareas que asume en la actualidad. Sencillamente, no se desarrolló para gestionar las demandas masivas de datos, vídeo en directo de alta definición, campañas de ventas relámpago y grandes descargas que esperamos hoy en día. Las Content Delivery Network (CDN) o redes de distribución de contenido se han creado específicamente para que internet funcione mejor, distribuya contenido multimedia a escala y haga posible todas las experiencias conectadas imaginables”, declara David Sánchez, director comercial para España y Portugal de Akamai Technologies.

¿Pero qué son las CDN? Juan Carlos Celaya, CEO de Factoría Digital, explica que se trata de “redes formadas por múltiples servidores distribuidos geográficamente, que contienen una copia total o parcial -sólo imágenes y vídeos, por ejemplo- de los contenidos de una página web”.

Estas redes distribuidas ofrecen numerosas ventajas, que repasamos a continuación.

Mayor velocidad

Las CDN permiten acercar los contenidos al usuario final, mejorando los tiempos de carga. “Una CDN es una plataforma de servidores altamente distribuida que ayuda a minimizar los retrasos en la carga de contenidos de páginas web al reducir la distancia física entre el servidor y el usuario. De esta manera, usuarios de todo el mundo puedan visualizar el mismo contenido de alta calidad sin tiempos de carga lentos”, puntualiza Sánchez.

Esto beneficia tanto a los proveedores de contenido como a los usuarios. “Los proveedores de contenido pueden suministrar experiencias web rápidas y de calidad a todos sus usuarios finales, con independencia de su ubicación, navegador, dispositivo o red a la que se conecten. Las páginas web se entregan de forma más rápida, el tiempo de carga de los vídeos se reduce, los usuarios participan más y los proveedores de contenido ven cómo su actividad empresarial aumenta”, aclara.

Distribución de la carga

Además, las CDN ayudan a distribuir la audiencia en webs con muchas visitas, reduciendo la carga del servidor original. “Sin una CDN, los servidores de origen del contenido deben responder a cada una de las solicitudes de los usuarios finales. Esto genera un tráfico importante en dirección al origen y una gran carga, lo que aumenta la probabilidad de que se produzca un fallo en dichos servidores si los picos resultan extremadamente elevados o la carga es continua”, afirma Sánchez.

“Cuando las cargas de tráfico alcanzan millones de solicitudes por segundo, incluso los servidores de origen más potentes se ponen a prueba. Sin una CDN, todo este tráfico ha de ser absorbido por la infraestructura de origen de un proveedor de contenido. Esto puede dar lugar a fallos del origen, lo que se traducirá en una mala experiencia para el usuario final y en la pérdida de ingresos para la empresa”, añade.

Las CDN, gracias a su infraestructura de servidores distribuida, permiten descargar el tráfico de los servidores de contenido y mejorar la experiencia web, respondiendo a las solicitudes de los usuarios finales de forma más próxima a ellos, en lugar de hacerlo en el origen. “Las CDN avanzadas pueden absorber decenas de TBps de tráfico y hacen posible que los proveedores de contenido mantengan su disponibilidad para un número mayor de usuarios, algo que de otro modo resultaría imposible”, especifica.

Servicios de valor añadido

Asimismo, el CEO de Factoría Digital señala que “determinadas CDN ofrecen servicios de valor añadido, como filtrado de conexiones para mayor seguridad, redimensionado de imágenes, etc.”. Por ejemplo, Sánchez apunta que las CDN pueden “proteger a los proveedores de contenido y a los usuarios mediante la mitigación de una gran variedad de ataques, para que las entidades maliciosas no comprometan nunca la distribución y la disponibilidad”, reseña.

Por otra parte, el portavoz de Akamai destaca la “inteligencia” que ofrecen las CDN a sus clientes. “Los proveedores de CDN generan enormes cantidades de datos acerca de la forma en la que se conectan los usuarios finales, los tipos de dispositivos que utilizan y las experiencias de navegación a nivel mundial. Pueden compartir estos datos con sus clientes y ofrecerles conocimientos esenciales y útiles, así como información sobre su base de usuarios, sin incluir datos personales y siempre bajo el marco de la Ley de Protección de Datos”, indica.

Para todo tipo de organizaciones

Actualmente, las CDN son empleadas por compañías de todos los sectores. “Originalmente, se pensaba en CDN cuando el contenido online de la empresa tenía una audiencia muy elevada y geográficamente muy dispersa. Hoy en día, es una solución que implementan empresas de diferentes verticales -sector público, retail, hoteles y viajes, medios de comunicación, sector financiero, etc.-, aun teniendo audiencias más pequeñas y mucho más localizadas”, comenta Sánchez.

Por ejemplo, algunas de las empresas que recurren a los servicios de CDN de Akamai son Asus, Adobe, Airbnb, Apple, Audi, BMW, BNP Paribas, DAZN, Domino´s, FedEx, FOX Sport, FIAT, Honda, IBM, IKEA, Lufthansa, MSN, MTV Networks, Mailchimp, Mitsubishi, Nasdaq, NBA, NBC Sports, NH Hoteles, New York Post, Rabobank, Riot Games, Roblox, Siemens, Sky Italia, Spotify, The Washington Post, Viacom, etc.

Asimismo, Celaya señala que algunos de sus clientes son comercios con base en España, pero que también venden internacionalmente. “Una CDN permite que su web cargue lo más rápido posible para los visitantes de cualquier parte del mundo, aunque los servidores estén en España”, detalla.

Además, el responsable de Factoría Digital señala que “el hecho de que haya CDN gratuitas, como CloudFlare, que cubren las necesidades básicas de la mayor parte de las páginas web, hace que no sea sólo algo que usen grandes empresas, sino que incluso lo utilicen particulares que quieren que su web cargue más rápido, para ayudar a posicionar mejor en Google, por ejemplo”.

Neutralidad de la red

Una de las dudas que surgen en torno a la utilización de las CDN es su posible influencia en la neutralidad de la red. “Es el principio según el cual los proveedores de servicios de internet (ISP) deben tratar todas las comunicaciones de internet por igual y no discriminar o cobrar de manera diferente según el usuario, contenido, sitio web, plataforma, aplicación, tipo de equipo, dirección de origen, dirección de destino o método de comunicación. A diferencia de los ISP, la función de las CDN no es tener el control único del camino para que los proveedores de contenido lleguen a los subscriptores de ese ISP. Así que podemos decir que los proveedores de CDN no influyen en lo que denominamos neutralidad de la red”, asegura Sánchez.

Sin embargo. algunos operadores de red mantienen que las CDN vulneran este principio, puesto que ofrecen la posibilidad de que algunos proveedores de contenidos tengan una situación de ventaja frente a sus competidores. Sin embargo, la capacidad de mejora que ofrecen las CDN no se hace a costa del empeoramiento del rendimiento de otros sitios ni su contratación supone que se otorgue prioridad al tráfico de las empresas que optan por este tipo soluciones.

Además, las CDN están al alcance de cualquier compañía que desee echar mano de ellas, si bien es cierto que los proveedores de contenidos con mayor capacidad económica disponen de más recursos para acceder a estos servicios. Esta circunstancia perjudica a empresas pequeñas o startups, por ejemplo. Pero no es muy diferente a las desventajas que pueden tener a la hora de acceder a financiación, atraer talento, invertir en marketing, disponer de recursos para I+D, etc.