Adiós Skype, tú revolucionaste la comunicación por internet

Microsoft ha cerrado Skype en favor de Teams, concluyendo una época clave en la comunicación digital. Ahora, los usuarios de Skype pueden migrar sus datos a Teams.

La compra de Skype por parte de Microsoft fue una de los movimientos más sonados del sector tecnológico.

La compañía de Redmond confirmó la compra de la plataforma de telefonía VoIP en mayo de 2011, en una operación valorada en 8.500 millones de dólares, como informábamos en su momento. Aunque el acuerdo acabó cerrándose algunos meses más tarde, en el mes de octubre.

Este importante desembolso estaba bien justificado. Microsoft trataba de fortalecer y expandir su oferta de herramientas de comunicación tanto para consumidores como para empresas.

La compra de Skype ayudaba a Microsoft a incrementar la accesibilidad de las comunicaciones de voz y video en tiempo real. Su integración permitía llevar las funcionalidades de esta plataforma de comunicación a productos como Windows, Windows Phone, Kinect, Outlook o Xbox Live. Además, tenía un gran potencial de desarrollo en combinación con soluciones empresariales como Lync y Office 365.

Además, la empresa fundada por Bill Gates quería ofrecer una experiencia de comunicación unificada y competitiva frente a las soluciones ofrecidas por su competencia, como Google Voice o FaceTime, de Apple.

Y la adquisición de Skype también permitió que Microsoft accediese a una gran base de usuarios activos, ampliando su alcance en el mercado de las comunicaciones.

Las claves del éxito de Skype

La irrupción de Skype supuso una auténtica sacudida para las comunicaciones, ya que permitía que usuarios de cualquier parte del mundo conversasen al margen de las redes de telefonía convencional.

De este modo, sólo era preciso contar con una conexión a internet para poder charlar o mantener una videollamada con cualquier otro usuario de Skype de forma totalmente gratuita, evitando tener que pagar costosas llamadas internacionales.

Así pues, Skype estrechó el mundo, eliminando barreras geográficas. Además, popularizó las videoconferencias gracias a su tecnología peer-to-peer (P2P), que ofrecía alta calidad de transmisión sin depender de servidores centrales.

Esto fue gracias a la experiencia de sus fundadores, el danés Janus Friis y el sueco Niklas Zennström, también responsables de Kazaa, una popular aplicación de intercambio de archivos P2P que volvió loca a la industria discográfica durante la primera década de este siglo.

Otra de las claves de su éxito fue la facilidad de uso y la disponibilidad en múltiples dispositivos y sistemas operativos. Esto permitió que millones de personas de todo el mundo pudieran conectarse fácilmente, tanto para usos personales como profesionales.

Asimismo, la integración de funciones como mensajería instantánea, envío de archivos, buzón de voz y llamadas a teléfonos convencionales con tarifas reducidas aumentó su atractivo y utilidad.

Todo esto convirtió a Skype en una herramienta esencial para la comunicación en los albores del milenio, despertando el interés del sector tecnológico. En 2005, apenas dos años después de su lanzamiento, eBay compró la empresa por un importe final de 2.600 millones de dólares, como contábamos en Silicon.es.

Y tras algunos vaivenes en su propiedad, debido a litigios relacionados con las licencias de las tecnologías utilizadas por la plataforma, la empresa acabó siendo comprada por Microsoft en 2011, como contábamos al arranque de este reportaje.

De Arpanet a Skype

Skype supuso el culmen de una historia de evolución de las comunicaciones a través de internet, cuyos orígenes se remontan a la creación de Arpanet, a finales de los años 60 del siglo pasado.

Aquella red, que permitía la conexión entre ordenadores de distintas universidades en Estados Unidos, nació impulsada por la necesidad de mantener comunicaciones seguras y descentralizadas durante la Guerra Fría.

Uno de los grandes avances de Arpanet fue la introducción de la conmutación de paquetes, una tecnología esencial para el intercambio eficiente de información digital.

El siguiente salto vino en los años 80, con la aparición de Internet Relay Chat (IRC), protocolo de comunicación desarrollado en 1988 por el finlandés Jarkko Oikarinen.

IRC permitió la creación de salas de chat donde los usuarios podían intercambiar mensajes en tiempo real, ya fuera en grupos o de manera privada. Esta herramienta se popularizó rápidamente y fue utilizada incluso en eventos históricos, como el intento de golpe de Estado en la Unión Soviética de 1991. El chat se imponía así como una forma fundamental de interacción en internet.

Un poco más tarde, a mediados de los años 90, surgieron nuevas plataformas que mejoraron la experiencia, como mIRC, que ofrecía un sistema más accesible y organizado para conversar en salas temáticas o privadas.

Y después vinieron nuevas herramientas que consolidaron la mensajería instantánea en internet, como ICQ, lanzado en 1996, o Microsoft Messenger (MSN Messenger), presentada en 1999.

La primera introdujo funciones muy destacables, como las notificaciones de presencia y una interfaz más amigable. Y Messenger nos trajo los emoticonos, los estados personalizados, las fotos de perfil o la posibilidad de bloquear contactos.

Durante años, la plataforma de Microsoft dominó el sector de la mensajería instantánea a través de internet, convirtiéndose en un auténtico fenómeno cultural y facilitando la interacción diaria entre millones de personas.

Sin duda, su desarrollo creó la base de usuarios necesaria para que Skype triunfara en los años siguientes, liderando las llamadas y videollamadas a través de internet durante una década.

Migración a Teams

La compra de Skype por parte de Microsoft fue una jugada importante. Sin embargo, la compañía decidió desarrollar Teams, su propia herramienta de comunicación. Esta plataforma, presentada en 2017, respondía a su necesidad de ofrecer una solución más completa y adaptada a las necesidades de las empresas.

Skype era muy eficaz para realizar llamadas y videollamadas, pero estaba más enfocada en conversaciones informales, chats y pequeños equipos. Y carecía de funciones avanzadas para la gestión y colaboración en grandes organizaciones.

Por el contrario, Teams fue diseñada como centro integral del trabajo en equipo, integrando mensajería instantánea avanzada, colaboración en documentos en tiempo real, almacenamiento centralizado de archivos, integración con el ecosistema de Microsoft 365 o la posibilidad de crear canales y equipos para organizar proyectos o departamentos.

Además, Teams ofrece otras funciones interesantes, como reuniones virtuales de hasta 10.000 participantes, efectos de fondo, subtítulos en directo y grabaciones, etc.

Todo ello ha conducido al cierre de Skype, que dejó de estar disponible el pasado 5 de mayo, como anunciaba Microsoft.

Sin embargo, la compañía no deja ‘tirados’ a todos los usuarios de Skype. Aquellos que así lo deseen, pueden migrar a Teams. Tan sólo tienen que acceder a dicha plataforma con sus credenciales de Skype y sus contactos y chats se transferirán automáticamente, tal y como explica en su web. Y si no desean utilizar Teams, pueden exportar sus datos.

Además, los usuarios con créditos de Skype podrán agotarlos utilizando el teclado de marcado de Skype para realizar llamadas a números de teléfono convencionales a través del portal web de Skype y en Teams.

Los datos de Skype estarán disponibles hasta enero de 2026 para su exportación o eliminación. A partir de dicha fecha, si el usuario no hace nada, se eliminarán.