Análisis Gizmodo: un mes con el Apple iMac 24 [veredicto: roza la perfección]

iMac, Dr. Jekyll y Mr. Hyde

El infierno se ha congelado, los mares se han teñido de sangre, los perros cohabitan con los gatos, Leticia Sabater va a ser la protagonista de la próxima película de Woody Allen y a José Luis Moreno le van a dar el Oscar al mejor director y guión original por Noche de Fiesta. El Apocalipsis debe estar cerca, os digo, porque ahora puedes instalar Windows XP y Vista de forma nativa en un Mac como en cualquier otro PC.

La idea de poner Windows en un Mac es como imaginar al feo de los hermanos Calatrava de cantante en los Rolling Stones. Se parece a Mick Jagger, gesticula casi como Mick Jagger, pero es más feo y canta fatal. Al final del día, sin embargo, Windows corre perfectamente dentro de esta estilizada y cuasi-perfecta máquina, como luego veréis. Personalmente, esta doble personalidad del iMac de 24 pulgadas — y ahora de todos los ordenadores de Apple, desde el Mac mini hasta el Mac Pro pasando por los MacBook — es lo de menos. Sí, me va a venir de perlas utilizarlo para probar cosas en el Explorer y disfrutar de algún juego, pero para nada más: en Mac OS X tengo todo lo que necesito tanto para mi trabajo diario, desde Photoshop a Microsoft Word, pasando por Excel o Final Cut Pro, como para mi ocio personal. Sin embargo, para alguien que necesite AutoCAD o alguno de los pocos programas que no tienen versión o equivalente dentro del sistema operativo Unix de los de Cupertino, la capacidad de utilizar Windows y todas sus aplicaciones de forma nativa es algo fundamental.

Esto último, gracias a Boot Camp o Parallels (ver recuadro «Victor o Victoria» en el PC Actual del mes de Noviembre), es precisamente lo que resuelve de forma definitiva este iMac con procesador Intel Core 2 Duo a 2,16 GHz, con 4 Mbytes de caché de nivel 2 también a 2,16 GHz y un bus de sistema a 667 MHz, que desde que lo sacas de la caja te deja impresionado. Por acabado, que es perfecto; por tamaño, con esa pantalla panorámica de 24 pulgadas absolutamente magnífica; y por diseño, con todo incluido detrás de ese TFT con un sencillo marco blanco, de esquinas redondeadas, que parece que está flotando en el aire delante tuya como si estuvieras en una película de ciencia ficción.

El iMac 24 es enorme de frente, 52,3 centímetros de alto por 57,4 de largo, pero extremadamente fino: sólo mide unos cinco centímetros de grosor aunque lo traiga todo dentro. Y todo significa absolutamente todo: discos, Wi-Fi 802.11a/b/g y Bluetooth 2.0+EDR, los puertos para periféricos, que incluyen un FireWire 400 (para las conexiones con cámaras DV) y uno 800 (para discos externos de gran calibre), tres USB 2.0, salida de vídeo Mini-DVI para monitores extra (permite tener un escritorio extendido entre dos monitores), televisiones y proyectores, entrada y salida de audio digital y analógico, Gigabit Ethernet y hasta cámara de video conferencia iSight con micrófono integrado. Todos los puertos están alineados en horizontal en la parte inferior a la derecha, ocultos detrás de la pantalla. La unidad óptica SuperDrive, un grabador de DVD de doble capa de carga por ranura, está en el mismo lado de la pantalla, pero en el canto y más arriba.

Una pantalla de cine

Una vez conectado el teclado, con dos puertos USB extra, y el ratón óptico incluidos, el infame Mighty Mouse con el «pezón» de control y cuatro botones electroestáticos, es precisamente la pantalla de 24 pulgadas y resolución de 1.920 x 1.200 píxeles lo que te deja sin habla la primera que la enciendes. Su superficie llena todo tu campo de visión y, una vez el Mac OS X aparece de forma casi instantánea, te preguntas qué has estado haciendo toda tu vida sin una pantalla así. Su nitidez, contraste, brillo y velocidad es sencillamente excelente, una impresión que vuelve cada vez que te sientas delante y te pones a trabajar con total comodidad usando múltiples aplicaciones y ventanas. Y aunque la tarjeta NVIDIA GeForce 7300 GT con 128 MB de memoria SDRAM GDDR3 conectada al bus PCI Express no es nada del otro mundo (opcionalmente puedes comprarlo con la 7600 GT y 256 MB), todo fluye como el aceite gracias a Quartz Extreme, la arquitectura gráfica de Mac OS X que utiliza la GPU y OpenGL para acelerar todo el interfaz gráfico y manipular imágenes y vídeo.

Donde realmente se nota la calidad, sin embargo, es cuando te sientas a ver un vídeo en alta definición de 1.920 x 1.080 progresivo. Con 400 candelas por metro cuadrado, una relación de contraste de 700:1 y un tiempo de respuesta de 6 milisegundos, es la televisión perfecta para ver películas, juegos o lo que le eches. Viendo los trailers en 1080p de Hijos de los hombres, excelente película de Alfonso Cuarón, o el Laberinto del fauno, no menos excelente de Guillermo del Toro, la fluidez de la fotografía y su minucioso detalle te deja con la boca abierta. Viendo un clásico en DVD como Indiana Jones y la última cruzada, el resultado es también excelente y, aunque no sea alta definición: la NVIDIA hace un excelente trabajo en el escalado del material original.

Para el sonido puedes utilizar los altavoces estéreo integrados, con amplificador digital de 24 vatios, o directamente usar la salida de audio digital que te permite conectarlo ópticamente a un amplificador con soporte Dolby Digital o DTS. El primer método da buen resultado, aunque obviamente no tiene ni punto de comparación con la segunda prueba: conectarlo a un amplificador Denon con unos altavoces 5.1 de Chario. Para controlarlo todo hay que usar el mando Apple Remote y la aplicación FrontRow incluidos, que terminan por convertir al iMac en un centro multimedia integral (con acceso a todo el material musical, fotográfico y vídeo que tengas en tu ordenador o en la red local) desde un menú similar al del iPod.
Por si solo, el resultado global es perfecto para cualquier sala de estar. Para sibaritas cinematográficos, también se puede conectar a un proyector o una televisión más grande utilizando un cable DVI (yo lo he probado con un Marantz de 720p/1080i y es espectacular). Y si lo tuyo es la televisión, le añades un sintonizador de televisión digital y un RAID conectado al puerto FireWire o USB 2.0 para grabar, y listo.

Velocidad: Warp 9, Señor Sulu
Igual que para el ocio, el iMac 24 es también una máquina excelente para trabajar, como he podido comprobar durante este último mes. Abrir una aplicación de iLife’06, la suite de programas de música, fotografía, vídeo y web, como iPhoto y poder ocupar toda la pantalla para ver varias decenas de fotos de golpe, con todo detalle, es una auténtica gozada. Trabajar en un programa profesional como, por ejemplo Final Cut Pro, ofrece el mismo resultado, con el interfaz a toda pantalla y a toda pastilla.

En mi batería de pruebas personal para Mac OS X, deslizarse por una librería de más de 15.000 fotografías digitales, la mayoría de 8 megapixel, ocurre de forma suave. Abrirlas y trabajar con ellas es instantáneo. Otro programa que permite ver claramente la diferencia en velocidad con generaciones anteriores es Garage Band, la aplicación de composición y mezcla musical que es también parte de iLife: canciones muy complejas con decenas de pistas que antes tenían algún problema al reproducir, ahora funcionan de maravilla.

A nivel de rendimiento en el lado PC, el iMac 24 está en línea con otras máquinas con Core 2 Duo de la misma velocidad que probamos en el tema de portada del número pasado, con un PC Mark Pro 05 de 5.119 y 3D Mark 06 CPU Test de 1.888. En las pruebas del SiSoft Sandra, como cabía de esperar, los resultados son algo superiores a los equipos de 2,13 GHz analizados (20.148/13.720 en el test de CPU, 118.836/64.310 en el multimedia, y 3.996/4.005 en memoria), excepto en el acceso a disco duro. Esto probablemente se deba a que la partición que Boot Camp hace para alojar Windows se realiza en la parte exterior del disco Serial ATA de 250 GB a 7.200 rpm, con un resultado de 35 MB/s. La velocidad subjetiva (es decir, World of Warcraft) es también la que se puede esperar de un PC de este tipo: va que se las pela, aún con la GeForce 7300 GT.

Sin embargo, es cuando pones la capacidad del sistema en relación con su precio de 1.949 (IVA incluido) cuando esta máquina se revela como una compra excelente, tanto para usuarios de Windows como de Linux. Sin tomar en cuenta factores como el increíble diseño, el mando a distancia y el software FrontRow, la cámara digital de alta calidad integrada o el hecho de que puedas utilizar Mac OS X con la suite completa iLife’06, que para mí es el mejor sistema operativo y herramientas de «estilo de vida digital» del mercado, es un precio insuperable que derriba cualquier concepto de que los ordenadores de Apple son caros. El hecho de que un monitor de 24 pulgadas de la misma calidad y características técnicas de Samsung, Sony o Philips cuesta algo más de 1.000 euros. En comparación, la mejor compra PC Actual de los Core 2 Duo analizados el mes pasado costaba 919 euros sin monitor, mientras que el Dell o el Inves con un monitor igual se ponen en unos astronómicos 3.436 o en 3.199 euros, pero en feo y sin Mac OS X. El único fallo de este PC es que no se le puede instalar ninguna tarjeta adicional, pero francamente, no recuerdo la última vez que tuve que abrir el ordenador para hacer esto. En definitiva, con esas características, esa pantalla y ese precio, no me cabe la menor duda de que el iMac con Core 2 Duo es el mejor PC para Windows y Mac OS X que te puedes comprar en estos momentos. Y punto.

Ficha PC Actual

Valoración: 9,0
Calidad/precio: 9,0

Características
Intel Core 2 Duo (2,16 GHz). Pantalla de 24 pulgadas integrada 1.920 x 1.200, 1GB DDR2 PC2-5300, NVIDIA GeForce 7300 GT 128MB GDDR3, Serial ATA 250GB, grabadora de doble capa, iSight, Apple Remote, Mac OS X 10.4 Tiger, iLife’06

Pruebas
PCMark05: 5.119/3DMark06: 1.888

Lo mejor
Pantalla, diseño, flexibilidad en sistemas operativos y relación precio/prestaciones

Lo peor
Que no se pueden instalar tarjetas PCI

Precio
1.949€