Analizamos Google Chrome en profundidad

Superada la fase Beta, el navegador web Chrome de Google es capaz de competir con Internet Explorer y Firefox. Y lo logra gracias a una serie de potentes características que desgranamos en este análisis.

Es el caso de la integración con Google Gears, una barra de búsquedas híbrida, o diferentes características de seguridad. Aún así, el navegador de Google adolece de algunas cosas básicas que sí encontramos en IE, Firefox e incluso Opera, y limita a los usuarios que quieren personalizar al máximo su navegador. A pesar de estos defectos, cualquier usuario que se precie debería probar Google Chrome.

Hace unos pocos meses, Google sorprendía a los usuarios de Internet con el lanzamiento de la Beta de Google Chrome, un nuevo navegador desarrollado directamente por la empresa del buscador.

Y a pesar de las bromas iniciales, según la cuales Google Chrome permanecería en versión Beta durante muchos años –como Gmail-, parece que el navegador Chrome ha dejado esta fase para ofrecerse en su versión final plenamente terminado y funcional. Incluso Google ya tiene abierta la fase de desarrollo de la futura 2.0.

Así que, ¿que supone Google Chrome 1.0 para el mundo de la navegación Web en concreto, e Internet en general? Lo cierto es que el simple hecho de que provenga de Google ya es un gran impacto, y sólo por ello debería colocar al navegador en una buena posición para luchar con Microsoft y Mozilla en su pugna por la cuota de mercado.

¿Y que hay del propio navegador? Desde el estricto punto de vista de la usabilidad, Google Chrome es uno de los navegadores más interesantes e intuitivos que hemos utilizado nunca, y probablemente la primera versión más sorprendente lanzada de un navegador. Una vez que el usuario se acostumbra a algunas de las particularidades y diferencias respecto a las interfaces de otros navegadores (como las pestañas de las páginas en la parte superior de la ventana, o la ausencia de menús), Google Chrome empieza a resultar realmente fácil y rápido para navegar por la Red.

Google Chrome también tiene otros toques interesantes, como una barra de búsquedas híbrida y la integración con Google Gears, para ofrecer acceso directo a aplicaciones Web desde el escritorio. Sin embargo, no todo brilla en Google Chrome.

El navegador adolece de muchas funciones que sí encontramos en otros de la competencia, especialmente cuando se trata de resaltar texto en la página Web y utilizarlo para realizar otras acciones. También es muy limitado por las opciones que ofrece a los usuarios a la hora de personalizar y ajustar a su gusto el navegador. De hecho, Google Chrome es el navegador menos personalizable disponible a día de hoy. Además, es el único que sólo funciona sobre Windows XP/Vista.

Cuando un usuario inicia Google Chrome por primera vez, sin duda pasará por un momento de desorientación, debido al aspecto totalmente diferente respecto a la mayoría de los navegadores. Las pestañas de la páginas en la parte superior del navegador son poco habituales, pero pronto te sientes a gusto con ellas.

En general, estas pestañas están muy bien implementadas en Google Chrome. Pueden ser fácilmente movidas y ajustadas, y cuando cargamos un enlace en una nueva, los usuarios pueden elegir diferentes opciones para dicha nueva pestaña, como la navegación privada. También nos ha gustado la posibilidad de arrastrar y soltar pestañas fuera del navegador para, con ello, abrirlas en una nueva ventana.

Cuando se abre una nueva pestaña, en lugar de mostrarnos una página en blanco, Google Chrome muestra miniaturas de los sitios Web más visitados, así como links almacenados en favoritos, o el contenido de otras pestañas cerradas recientemente. Nos ha gustado esta función, que recuerda mucho al “Acceso rápido” de Opera, que podemos personalizar para que nos muestre siempre determinados sitios Web en miniatura, sin importar la frecuencia con la que los visitemos.