Anonymous quiere boicotear la gala de los premios Goya
La máscara de “V de Vendetta” que portan los integrantes del grupo Anonymous cobrará más sentido que nunca en la próxima ceremonia de entrega de los premios Goya. Miembros y simpatizantes de este colectivo se cobrarán su particular venganza esta noche en el Teatro Real, en un intento de mostrar su rechazo contra la llamada “Ley Sinde”, recientemente aprobada por el Senado y que espera ahora a ser refrendada por el Consejo de Ministros.
Según declaraciones de los propios responsables de esta campaña, “Anonymous irá de excursión hasta las vallas de la alfombra roja para hacer ruido contra la Ley Sinde y contra aquellos que nos llaman ladrones”. Se espera que se sumen a la protesta ciudadanos de diversas comunidades españolas.
Desde la cuenta de Twitter de la que ya se ha bautizado como “Operación Goya”, se puede consultar una amplia lista de simpatizantes de varias provincias que ya ha confirmado su presencia. La cita será a las 20.30 horas (“horas antes para coger sitio”, como aconsejan desde Twitter) y se recomienda a los simpatizantes apuntarse a una lista de asistentes, aunque también es posible acudir a título individual.
Ampliación: A media hora de que comience la ceremonia de entrega de los Premios Goya, alrededor de medio millar de simpatizantes de Anonymous se congregan alrededor de la alfombra verde por donde desfilan los nominados y el resto de invitados. La llamada “Operación Goya” culminó con éxito la primera fase del ataque, echando abajo las webs del Ministerio de Cultura y de los premios Goya, que desde las 16.00 horas presentan el mensaje de “página temporalmente no disponible”.
Aunque los invitados desfilan a varios metros de las vallas donde se intenta contener a los protestantes, los gritos de protesta se escuchan con total claridad. Al grito de proclamas como “contra la Ley Sinde, el pueblo no se rinde”, los actores han sido abucheados prácticamente sin excepción, con mención especial para Bardem y para Imanol Arias, que se refirió al grupo de protestantes haciendo la señal de la victoria. Ha habido, sin embargo, una notoria excepción. Álex de la Iglesia se ha llevado los aplausos y gritos de apoyo de los manifestantes congregados, que han coreado su nombre cuando el ya ex presidente de la Academia se disponía a entrar en el Teatro Real.