La región del Sur de Europa y LATAM lideró las ventas de Appian en 2024

Appian lleva unos años pisando fuerte en terreno español. Durante este tiempo, ha ido modelando una plataforma modular que inicialmente giraba en torno a la gestión de los procesos de negocio, pero que ha ido incorporando capacidades de automatización, minería de procesos, integración de datos y una filosofía low-code para facilitar la colaboración entre los equipos técnicos y los de negocio. La guinda del pastel la ha puesto de forma transversal la inteligencia artificial y, más concretamente, los agentes de IA.

La compañía celebró la semana pasada su congreso mundial Appian World, al que Silicon lleva asistiendo durante las últimas ediciones, para dar a conocer los últimos avances y estrategia en materia de IA. Matt Calkins, CEO y co-fundador de Appian, ya pronosticaba durante nuestra primera entrevista en 2019 la irrupción de la IA generativa y su impacto a la hora de desarrollar aplicaciones para la gestión de los procesos empresariales. También adelantó la importancia de contar con una IA privada capaz de mantener los datos corporativos que se usan para su entrenamiento lejos del dominio público, tendencias que se han confirmado y asentado en el mercado tecnológico.

Durante la edición de este año, el máximo responsable del fabricante de software incidió en la inversión exponencial que están haciendo las compañías para implementar estos modelos en los procesos de negocio, un lugar donde la IA es especialmente buena y eficiente, según sus palabras: “La IA es excepcionalmente buena para hacer trabajos normales con eficiencia sobrehumana. El valor práctico y escalable se desbloquea cuando la IA se integra profundamente en los flujos de trabajo existentes, en lugar de ser una herramienta auxiliar o un copiloto”.

Eso es precisamente lo que está realizando Appian en su plataforma, ejecutar la IA dentro de los procesos con el objetivo de hacerlos mucho más sencillos para los humanos y de reducir complejidades en los flujos de trabajo, lo que ahorra mucho tiempo y permite escalar los servicios que ofrecen las empresas. Un hecho que le está permitiendo crecer a Appian, tal y como nos explicaba Miguel Ángel González, vicepresidente de Appian para el Sur de Europa y LATAM, durante nuestra tradicional conversación en el congreso Appian World.

La filial española abandera el crecimiento de Appian

Desde que Appian aterrizara en España oficialmente, la región ha tenido una especial relevancia en la estrategia de la compañía a nivel global. Buena prueba de ello fue la compra de la firma sevillana Novayre, que supuso un impulso para la expansión de la plataforma de Appian a través de la automatización de procesos, tecnología puntera que impresionó a Calkins y su equipo para cerrar esta operación.

En la actualidad, la fuerza laboral de la compañía en nuestro país sigue creciendo, tal y como nos confirmaba González: “continuamos con la tendencia de crecer más rápido porque tenemos un equipo más grande. Estamos muy enfocados en servicios financieros, administración pública y en general grandes compañías de los sectores de energía, utilities y telco”.

El directivo nos confirmaba que la región que lleva en la actualidad, Sur de Europa y Latinoamérica, se convirtió el año pasado en líder de ventas de Appian, superando por primera vez al mercado estadounidense, lo que es sin duda todo un éxito: “Ha sido un año histórico para nosotros, la única vez que ha sucedido. Es un logro muy importante. No sabíamos que podíamos hacer eso, ya que el mercado americano es muy grande. Estamos muy contentos con el tipo de proyectos que hacemos y el impacto que tenemos en las compañías con las que trabajamos”.

Al ser preguntado por el que escribe, González explicaba que quedan pocas de las grandes empresas españolas a las que aún no han llegado, por lo que se están centrando en grandes proyectos de transformación “donde nuestra tecnología tenga un impacto muy grande en el ‘core business de estas organizaciones”.

No obstante, también están aumentando su presencia en cuentas de menor tamaño pero que tienen necesidades de envergadura a la hora de modernizar sus procesos de negocio. Obviamente, la tecnología de Appian no es la ideal para pequeñas empresas de menos de 50 empleados, pero sí hay muchas de tamaño medio que trabajan en su día a día con una gran cantidad de procesos: “Al final, no se trata tanto del número de empleados, sino del número de procesos que tengan”, incidía el directivo.

Con respecto a la implementación de la inteligencia artificial, especialmente de los agentes, González explicaba que es algo que ha cambiado completamente el mercado: “Una empresa de 500 personas, con agentes, podría estar ejecutando la capacidad de entrega de 2.000, 3.000 o 4.000 personas. La IA permite escalar la capacidad de atención al cliente o de gestión para las compañías entre otras operaciones. Las organizaciones que todavía piensan en usar solamente el motor de ‘workflows’ de una tecnología, o en construir plataformas complejas con muchas piezas para justificar puestos de trabajo, están haciendo un mal uso de la tecnología. Todo eso se soluciona con la inteligencia artificial hoy en día”.

Desde un punto de vista más técnico, Ramón Riquelme, Senior Advisory Solutions Consultant en Appian, añadía durante nuestra conversación que “con la IA y los agentes se está produciendo una simplificación tecnológica de los procesos, ya que cuanta más lógica y funcionalidades se ponen dentro de un agente de inteligencia artificial, los procesos son más sencillos. Antes, se intentaba poner toda la lógica y posibilidades dentro del modelo de proceso; ahora, los agentes dentro del proceso hacen lo que hacía la persona, dejando a los humanos para momentos muy concretos que aporten valor añadido. Se trata de un cambio de paradigma muy importante”.

Aunque se pueden perder puestos de trabajo con la IA, también se pueden crear otros perfiles que compensen un posible desequilibrio. Es algo que los principales actores de la industria siempre han recalcado tras la irrupción de estas tecnologías.

Otro factor importante se sitúa en el time-to-market. Según Riquelme, el tiempo que tardaban las pequeñas compañías en abordar un proyecto para dar esa cobertura cambia dramáticamente. Configurar un agente o las capacidades de IA a disposición de los desarrolladores (que ahora son más personas con capacidad funcional para describir la necesidad) cambia completamente el paradigma: “Se puede entregar valor en minutos con herramientas como Composer y tener algo muy potente. Esto permite a una pequeña compañía afrontar más proyectos porque ya no son de 2 años, sino que se pueden entregar mientras se van refinando continuamente”, apuntaba.

Lo que diferencia a Appian en IA

Otra de las cuestiones que afrontaron González y Riquelme es la diferenciación de su tecnología con respecto a otras alternativas del mercado: “Appian trabaja muy bien en un ecosistema. Nuestra plataforma permite simplificar toda la gestión de ese ecosistema, aunque siga consistiendo en muchas piezas distintas, aplicaciones ‘legacy’ y tecnología de terceros. Es cierto que es necesario que los perfiles que generan aplicaciones tengan conocimiento en algunos puntos de ese ecosistema, pero es así porque se hace todo con un mismo equipo que tiene a su disposición las herramientas suficientes para alcanzar todos los niveles: definición funcional, técnicas, despliegues y otras tecnologías para integraciones, piezas de IA o lógica tradicional”.

Otra diferenciación clave en este espacio es que cuando un agente ejecuta algo, se genera un seguimiento perfecto sobre cada decisión que ha tomado. “Esto es un cambio en las reglas del juego. No es como la IA generativa habitual que se limita a da una respuesta sin explicar cómo la obtuvo. Ahora tienes visibilidad de todo lo que ha hecho y por qué el agente decidió usar esa acción, en qué contexto o dónde encontró la información que lo llevó a tomar esa decisión. Esto también es importante”, añadía Riquelme.

Cambio en el modelo de licenciamiento con la llegada de la IA

Como ya nos había adelantado Calkins, toda la industria está buscando una transición en el modelo de negocio o la forma en la que se factura a los clientes debido a la IA generativa. Y González también ofrecía la visión que tiene Appian al respecto: “La conversación sobre cómo medir el valor del software siempre existe porque es algo relativamente intangible. El valor de las compañías de software puede medirse a través de diferentes métricas. Una métrica podría ser el usuario, que ha sido la principal fuerza de trabajo en los últimos 20 años y la base para nuestro modelo de licenciamiento. Pero muy pronto se podrían usar otros modelos como casos, instancias o ejecuciones. Nosotros siempre tendemos a buscar la forma más justa de medir el valor que proporciona nuestro software”.

“Consideramos que probablemente estamos ante algo que cambiará todo el paradigma. Aún no sabemos cómo cambiará, pero tenemos algunas nociones, siendo el consumo de recursos una posibilidad. Estamos ante un gran cambio tecnológico. Si en la actualidad un proceso está bajo la supervisión de una persona, con la IA podrá tener a esa persona y a tres o cuatro agentes a la vez. Esto significa que esa persona podrá desplegar cuatro o cinco veces más que en el pasado, por lo que el valor cambiará. Las compañías tecnológicas veremos cómo medir ese valor y la ventaja competitiva que aporta la IA”, finalizaba el máximo responsable de la Appian para la región del sur de Europa y Latinoamérica.